Un filete empanado de tamaño estratosférico está revolucionando estos días el servicio a domicilio de Madrid. Gracias a un escalope con nombre propio: Armando y un hashtag en Instagram: #armándonos ha generado al equipo del Grupo La Ancha (que aglutina los restaurantes La Ancha, Las Tortillas de Gabino, La Gabinoteca y Fismuler) casi 2.000 pedidos en 15 días.
Este nuevo miembro de la familia Redruello y sus socios nacido en mitad de la crisis del coronavirus, no sólo debe su éxito a este icónico plato de la casa sino también a un cuidado packaging, un servicio atento y una carta selecta a precios muy razonables, sumado al boca-oreja que, en tiempos de confinamiento, han hecho el resto.
Este proyecto de delivery es un claro ejemplo de éxito (gastro) en tiempos de coronavirus. La iniciativa se puso en marcha el pasado 1 de mayo, cuando Nino y Santi Redruello, junto a sus socios, arrancaron el motor de llevar los platos estrella de sus cocinas a las casas de sus cliente.
Tras los primeros días de desconcierto, el equipo se armó de valor para darle una opción al negocio. «Lo que sé del delivery es que he abierto una puerta y me he enterado de todo de lo que no tengo ni idea», reconocía hace unos días Redruello desde su cuenta de Instagram sobre el fenómeno.
Pero después nos confesaba que, en realidad, su objetivo, además de tratar de sacar el negocio a flote, iba más allá: tratar de llevar a las casas la experiencia que generaba la llegada de ese plato.
«Probablemente el escalope es uno de esos platos que todo hemos adorado de niños. Y esto provocaba un curioso efecto en los comensales cuando recuperan esa sensación y esas emociones. Lo que pretendemos ahora es seguir llevando a casa la misma ilusión que sentían en el restaurante», asegura este cocinero entusiasta.
Un festival de platos
Más allá del escalope (que ofrecen en dos tamaños (30 y 40 cm), la apuesta de los hermanos Redruello pasa por otros platos sencillos y tradicionales de la casa: sus célebres tortillas, las croquetas o las ensaladas, y un buen puñado de deliciosos postres.
Completa la carta una selección de vinos con precios muy ajustados que incluye desde un albariño de Martin Códax por 9,90 € a un Ribera del Duero Aalto 2017 por 32,90 €).
El packaging, cuidado y coqueto, redondea la experiencia con algunos consejos para disfrutar del plato en condiciones óptimas una vez entregado, como pasar el escalope 45 segundos por el horno precalentado a 220º o dar un toque de calor en el microondas a sus lentejas estofadas.
La oferta de Armando se irá completando con propuestas de temporada y también se ampliará la zona de entrega, y prometen que el concepto, enfocado a comer en casa, se mantendrá más allá de esta situación excepcional.
Cómo pedirlo
Los servicio de delivery o take away (Príncipe de Vergara, 204, Madrid) se hacen a través de la web escalopearmando.com y se entregan de 13:30 a 16:00h o de 20:30a 23:00h. El pago para ambos se realiza online, tras un sencillo registro.
La página web es muy intuitiva y contiene información sobre alergenos de cada plato. También disponen de una app propia (Armando). Asimismo existe un teléfono de consultas: 915 169 916.
Carta
Entrantes
- Ensaladilla rusa (8 €)
- Ensalada de pimientos asados (9 €)
- Steak tartar (19 €)
- Tartar de atún (17 €)
- Croquetas de jamón (8 unidades, 10 € / 4 uds. 5 € / 10 uds sin freír, 10 €)
- Ensalada de tomate y cebolleta (9 €)
- Ensalada de cangrejos de río (14 €)
- Daditos de merluza rebozados (19 €)
Platos de cuchara
- Salmorejo (7 €)
- Lentejas estofadas de La Ancha (9 €)
Tortillas
- Tortilla velazqueña (9 €)
- Tortilla con pulpo a la gallega (15 €)
- Tortilla con callos (12 €)
- Tortilla trufada (14 €)
Escalopes
- Armando (30 cm, 14 € / 40 cm, 18 €)
- Armando de pollo (12 €)
- Armando de mero (16 €)
Postres
- Mousse de chocolate (5 €)
- Arroz con leche (5 €)
- Tocino de cielo (5 €)
- Pastel de queso de cabra (5 €)
El señor Armando y su escalope
El escalope Armando debe su nombre a un cliente habitual de la Taberna la Ancha, allá por 1970. El hombre, un argentino de buen comer, quería disfrutar de un filete empanado, pero cada vez lo solicitaba más fino y más grande. La familia cuenta que Gabino, el jefe de cocina de la época (y también responsable de las famosas tortillas de Gabino), un día pidió una paella para freír el escalope más grande que pudiera.
El resultado fue tan descomunal y gozó de tal aprobación por parte del comensal que al día siguiente el padre de Santi y Nino Redruello decidió incorporarlo a la carta y bautizarlo con su nombre. Hoy ese filete de tapa de ternera blanca de Ávila empanada delicadamente con harina, huevo y pan rallado y frita en una paellera con abundante aceite de girasol llamado Armando es un «recién nacido»… de 50 años.
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