Ya que tenemos que estar en casa estos días, podemos aprovechar para hacer que cocinar sea una terapia, una actividad que desarrolle nuestro bienestar psicológico. Si estamos sin compañía, cocinar puede convertirse en un momento de meditación, poniendo plena consciencia a cada paso que vamos dando, a los olores, a las actividades de nuestras manos, etc.
Es muy sencillo, sólo vigila que tu pensamiento esté totalmente centrado en lo que vas haciendo y cuando se te vaya a cualquier sitio (pasado, presente o futuro) lo vuelves a reconducir a lo que estás haciendo.
Y ya de paso, puedes practicar el mind-fulness eating, que consiste en poner plena consciencia en comer cada plato que te hayas preparado, centrando toda tu atención y tus cinco sentidos en la comida que vas saboreando.
Y si estás en compañía, el momento de cocinar se puede convertir en una fiesta… Desde un trabajo en equipo hasta un momento de risas y de compartir. Es importante en estos días sentir que hacemos algo significativo y necesario: ¿verdad que es muy necesario comer? Pues, aunque una persona lleve la voz cantante, es muy recomendable poder implicar a todos, que cada uno prepare un ingrediente o se encargue de una parte. De esta forma, todos pueden sentir que hacen un aporte importante para el bienestar del conjunto. Asumir una pequeña responsabilidad culinaria puede dar un giro al estado de ánimo y predispone a la colaboración en otras áreas del día a día.
Si alguien está especialmente inquieto, es recomendable hacer un plato cuya elaboración requiera cierta destreza manual. Implicar la actividad de las manos es un relajante natural.
Y si cocinas con niños, acuérdate de dejarles que se ensucien a conciencia y que desarrollen un poco su imaginación (que prueben distintas formas, colorantes, lo que sea…). Si estás en pareja, no hagas el típico ‘uno cocina y otro limpia’, mejor hacer las dos cosas juntos.
Y en ambos casos: disfruta de probar cosas nuevas, busca recetas en las redes, llama a ese amigo o esa amiga que hace algún plato que te encanta, acuérdate de esas veces que has pensado «cuando tenga tiempo probaré a hacer ese plato». ¡Pues éste es el momento ideal!
No malgastemos este tiempo precioso en ver la televisión o atontarnos con cualquier juego en un aparato, eso empobrece nuestros sentidos y nuestra personalidad. Cocinar solo o en compañía, la enriquece; cocinar siempre es una buena terapia. ¿Te animas?
Guadalupe Gómez Baides es psicóloga experta en Neurociencia, Psicología Positiva e Inteligencia Emocional. Es CEO de GuadalupeGB.com, creadora de El Método Eficacia Mental y autora de ‘Esto es coaching’.
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