Si estuviera en nuestra mano formar un Gobierno exclusivamente compuesto por grandes chefs, estos serían nuestros elegidos para llevar las riendas (gastronómicas) del país:
Los ministros de Tapas
Asuntos Exteriores: José Andrés.
Es posiblemente nuestro chef más internacional. Hace dos décadas emigró a Estados Unidos para cocinar su sueño americano particular y hoy podemos decir que lo ha cumplido, con una treintena de restaurantes y asesorías gastronómicas bajo su nombre. Además, no duda de enfrentarse a quien haga falta, incluído el mismísimo Trump, para defender lo que considera justo. José Andrés nos representa.
Los ministros de Tapas
Justicia: Pepe Rodríguez Rey
El propietario de El Bohío (una estrella Michelin) está muy acostumbrado a repartir justicia –junto a Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera– en el exitoso programa televisivo Master Chef, ya sea a niños, a celebrities o a cualquiera que se ponga por delante. Y es que la justicia culinaria ha de ser igual para todos.
Los ministros de Tapas
Economía: Joan Roca
El Celler de Can Roca no solo ha ocupado el primer puesto de la lista The World’s 50 Best Restaurants en varias ocasiones, sino que es el tres estrellas que más factura de nuestro país (según El Cofindencial). Además, lucrativos acuerdos como el que mantiene con el BBVA (y que ha renovado recientemente) demuestran que la pericia de Joan (y de sus hermanos) se extiende de los fogones a los negocios. Le salen las cuentas.
Los ministros de Tapas
Educación: Ferran Adriá
Retirado del frenético día a día de la cocina desde hace casi una década, el gran gurú de la gastronomía española de vanguardia ahora dedica su talento a la divulgación a través de elBullifoundation. Con Adriá hemos aprendido mucho; y mucho más que le queda por enseñarnos.
Los ministros de Tapas
Trabajo: Dabiz Muñoz
Uno de los grandes retos a los que se enfrenta la gastronomía es el de mejorar las condiciones laborales del sector. Por eso nuestra propuesta para este ministerio es el transgresor capitán general de DiverXO, quien –según asegura La Información– no cuenta con los polémicos stagiers en su cocina (sí con becarios que realizan prácticas de hostelería) y es el chef que más gasta -en proporción a lo facturado- en sus empleados.
Los ministros de Tapas
Igualdad: Carme Ruscalleda
Es considerada por muchos como la mejor cocinera del mundo. Ruscalleda fue trepando de forma autodidacta hasta la cima de un sector, el de la alta gastronomía, aún hoy dominado mayoritariamente por hombres. Por eso ella sabe mejor que nadie lo que es abrirse camino contracorriente y por eso ella puede aportar mucho a la igualdad de oportunidades en el olimpo culinario.
Los ministros de Tapas
Cultura: Paco Morales
La gastronomía no solo supone un placer para el paladar, también puede serlo para el intelecto. E iniciativas como la de Morales en su restaurante cordobés Noor, cuyos platos se inspiran en el recetario de Al-Ándalus, suponen un exquisito recorrido por nuestra historia. Más propuestas como esta, por favor.
Los ministros de Tapas
Sanidad y Medio Ambiente: Eneko Atxa
El chef vasco recibió el pasado mes de noviembre el Premio Nacional de Gastronomía Saludable (un reconocimiento que el cocinero suma al ya logrado en 2015 Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Jefe de Cocina). Sus esfuerzos para fomentar una sociedad mejor a través de la cocina se han materializado en su proyecto JAKI(N), que toma la salud y la sostenibilidad como herramientas fundamentales.
Los ministros de Tapas
Consumo: Dani García
Cuando anunció que echaba el cierre de su triestrellado restaurante de Marbella causó un shock en el sector. Pero esta decisión responde a una meditada estrategia en la que García apuesta por la expansión nacional e internacional de algunas de sus marcas, como Bibo o Lobito de Mar, y quién sabe si llevar a cabo nuevas colaboraciones mainstream como la desarrollada con McDonalds. El objetivo es llegar a un público mucho mayor, ofrecer un consumo de calidad apto para todos los bolsillos.
Los ministros de Tapas
Ciencia e innovación: Ángel León
Aunque la innovación es el pan de cada día de la alta cocina española, en este campo uno de los cocineros que ha destacado especialmente en los últimos tiempos en Ángel León. El chef de Aponiente ha conseguido virguerías como incluir la bioluminiscencia en sus platos o convertir el agua de mar en sal -entre otras muchas sorprendentes cosas- gracias a la combinación de ciencia y gastronomía. ¿Qué será lo próximo?