El actor Hugh Jackman para interpretar a Lobezno en 2013 afirmó, en varios medios de comunicación, consumir una media de 4.000 calorías al día. Una cantidad muy elevada para ese cuerpo de ensueño que lucía. ¿Cómo lo hizo? Según explicó en algunas entrevistas, pudo conseguir ese colosal estado físico gracias al ayuno intermitente 16/8. Es decir, durante 16 horas no ingería comida y se alimentaba en las 8 horas restantes.
El ayuno es una práctica nutricional que se basa en la abstención de comer o beber durante un periodo de tiempo específico del día. El ayuno se puede realiza en infinidad de modalidades pero, el que suele tener mayores resultados, es el denominado 16/8. Es decir, ayunar durante 16 horas y concentrar las comidas del día en las restantes 8 horas.
Durante el espacio de tiempo que ayunamos solo se puede consumirse agua, infusiones o café solo. De esta forma, si se quiere practicar ayuno 16/8 se puede cenar temprano -en torno a las 20:00 horas- y desayunar tarde -hacia las 12:00 horas del mediodía.
La nutricionista Mariana Aróstegui nos explica que: “El ayuno intermitente supone un descanso para nuestro sistema digestivo, ya que, durante un espacio de tiempo, el cuerpo no tiene que gastar energía en digerir y puede canalizarla en otros procesos cruciales para la salud, como la reparación de tejidos o la eliminación de residuos tóxicos. Muchos no somos conscientes de que nos pasamos el día comiendo e invertimos muchísima energía en procesar alimentos, lo cual lleva a que nuestro sistema digestivo esté inflamado, a que no nos dé tiempo a reparar o sanar, a que acumulemos residuos y, en consecuencia, a que estemos agotados, faltos de energía y envejezcamos más rápido. De ahí que ayunar tenga beneficios tan relevantes como incrementar los niveles de energía, potenciar la función cognitiva, disminuir la inflamación o marcadores inflamatorios, equilibrar hormonas, mejorar la salud cardiovascular, o bien, frenar el proceso de envejecimiento. El ayuno intermitente ayuda a potenciar el correcto funcionamiento del organismo en general”.
Pero es que, además, practicar el ayuno intermitente es una de las herramientas más potentes a la hora de perder peso, combinándolo con una dieta sana y equilibrada y encontrarás todos estos beneficios:
- Permite quemar grasa corporal. Durante un proceso de ayuno, agotamos la glucosa que tenemos en sangre o en los músculos. Cuando el cuerpo no tiene esta sustancia, se activa un proceso denominado cetosis, que lleva a la movilización de las reservas de grasa. Utilizar nuestras reservas de grasa lleva a reducir grasa corporal y a perder peso. Quemarás grasas sin tener que hacer ejercicio o cambiar tu dieta.
- Disminuye el apetito e incrementa la saciedad. Ayunar reduce la secreción de la hormona del hambre y regular los niveles de la hormona de la saciedad, denominada leptina.
- Activa el metabolismo. Además de permitir quemar grasa corporal y disminuir el hambre, el ayuno intermitente también ayuda a activar el metabolismo.