La cultura tiki, mejor dicho la cultura “tiki pop” fue introducida en Occidente allá por el siglo XVIII, el mismo momento cuando los exploradores descubrieron a las tribus de la Polinesia y Maori en el Océano Pacífico. Enamorados de la indumentaria y decoración exótica de las tribus, empezaron a llevarse a casa tótems y algunas de las tradiciones e historias aprendidas allí. Esta corriente también experimentó un renacimiento durante los años 50 en los Estados Unidos cuando a la vuelta de la guerra en el Pacífico Sur, los soldados empezaron a incorporar las influencias tikis al american pop culture.
Una de las razones por que la cultura tiki es tan popular, es por su relación con la idea de vivir una vida tranquila y relajada en un paraíso terrenal, algo que parece más que atractivo para aquellos que dejan que es stress y el caos reine en su vida diaria. A lo largo del siglo XX, el turismo a localidades como Hawaii o Fiji (entre otros) se ha disparado y mucho tiene que ver esa demanda por productos y experiencias 100% tiki. Ahora bien, odos aquellos a los que se les resiste el bolsillo para viajar a estas islas, se puede ver recompensado con un merchandising polinesio hecho en USA que alivie la nostalgia.
Lo tiki se manifiesta en un específico estilo de decoración, comida, espectáculos y bebidas, por lo que es muy fácil replicarla y ya de paso, caer rendido a sus pies. Muchos de estos elementos vienen de la religión tiki, que centra en la adoración del dios Kahuna, representado en dibujos y esculturas. Los platos tradicionales y ceremonias en su honor, son puntos importantes cuando se imitan estas experiencias y tradiciones en los EEUU y Europa. Si estás montando una fiesta tiki en casa, asegúrate de tener suficientes motivos tropicales como palmeras, mesas hechas de bamboo, estatuas y mucho colorido. ¡Y que no falten las bebidas! Arráncate con el Planter’s Punch, una mezcla de ron, granadina, triple sec, y jugos de lima, limón y naranja. Aloha!