A partir de ahora no tirarás na-da.
Para muchos de nosotros, las sobras son aquellas comidas que crían colonias de civilizaciones de microbios en la parte de atrás de nuestros frigoríficos. Para otros muchos, las sobras son el almuerzo/comida/cena de mañana o las buenas intenciones para no tener que cocinar al día siguiente. Pero hay algo que todos hacemos mal con las sobras y que debes corregir para no mermar su potencial.
La vagancia es el error principal
Calentar las sobras en el microondas a la espera de un pitido que te avise de que ya está listo para comer es el primer paso para cargarte una comida. El microondas destruye por completo la textura y el sabor de la comida. El truco está en utilizar la sartén para restaurar la segunda vida de tu comida ya que las sobras están mejor cuando se recalientan con el mismo método con el que se cocinaron.
Tus sobras se pueden convertir en nuevos ingredientes
Una práctica común entre los que más saben de esto, los cocineros, es poder crear un plato consistente y rico basado en sobras y en alimentos que tengas por tu despensa y tu nevera. La pasta y el arroz solucionan muchos platos mezclados con las sobras de verdura, carne, ensalada o legumbres.
Estás arruinando tu almacenamiento
En el momento en el que guardas tus sobras en la nevera, creas una bomba de tiempo para deshacerte de tu comida. Pero, si las guardas bien, el temporizador te da muchos días para desactivarla. Ahí está el truco.
Innova
Cuando tus alimentos se estén echando a perder piensa en nuevas opciones para ellos antes de tirarlos. Si la fruta se está poniendo mala, congélala para hacerte un batido el fin de semana. Si el pan se ha puesto duro, hazte unas sopas de ajo.
Tu nevera es un maldito desastre
Para evitar que los alimentos y las sobras se echen a perder y tengas que terminar por tirarlos, organiza tu frigorífico de tal forma que los alimentos que tengan una fecha de caducidad temprana estén delante de los que caducan más tarde.
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