Esther Bonet y Pere Vendrell son los responsables de traer, tras varios años de preparación, Sa Brisa a la capital. Desde la isla pitusa hasta Madrid y junto al chef Gonzalo Aragüez, exportan la cultura gastronómica ibicenca a través de sus platos con el objetivo de compartir la gran variedad y calidad de sus productos autóctonos.
Sa Brisa traslada al comensal a través de cada una de sus creaciones hasta su isla de origen, donde los productos y materias primas locales se convierten en los protagonistas de los platos. Por eso, sus dueños han decidido abrir este nuevo local en el distrito de Retiro, cerca de la parada de metro que lleva el nombre de la isla.
Su oferta gastronómica la marcan platos como la delicatesen de porc negre autóctono, las croquetas de bullit de peix con raya o las empanadas rellenas de sofrito payés, sin olvidarse de recetas internacionales como el ceviche de sirvia con maracuyá, los churros de yuca o el hot dog de calamar acompañado de kimchi, mayonesa de lima y katsuobushi.