La decoración de la mesa ya nos hace pensar en estas fechas. Parece que el frío se detiene en los cristales y el marco de la puerta cuando esta se cierra para decir “aquí no cabe nadie más”. Javier Aranda y sus dos Estrellas Michelín nos observan desde el otro lado de la habitación. Y junto a él, Bibiana Fernández y Vicky Martín Berrocal esperan atentas a que la magia de este showroom privado nos enseñe algo más sobre el arte de vivir.
Tomás Alía ha cuidado cada detalle, desde los colores hasta la iluminación, para crear el ambiente perfecto. Sólo así, con esa precisión y firmeza, puede configurarse un espacio genuino donde marcas como Liebherr (especialista en refrigeración), De Dietrich (en cocción) y Falmec (en extracción de aire) se den la mano para alcanzar la vanguardia del diseño y la tecnología.
Comienzan los aperitivos:
• Cóctel en tres pasos. Fusión perfecta entre la alta gastronomía con la alta coctelería.
• Bizcocho de Tomate y AOVE.
• Hamburguesita “a mi manera”.
• Taco de Caballa a la llama.
• Gamba de Palamós 35”.
Javier Aranda y su equipo inician un showcooking que no tarda en pegar a todos los asistentes a la mesa, bien juntos y sin perder detalle de lo que allí sucede. Y es que el marisco y el cordero lechal tienen algo hipnótico en estas fechas, por no hablar del magnetismo que desprende la cocina de Javier.
Ahí llegan los platos principales:
• Cangrejo Real, Huevos Fritos con Puntilla.
• Salmonete en cocción inversa alcohólica.
• Despiece de Cordero.
Y, cómo no, el postre:
• Cremoso de Limón, esencia de azahar y reducción de Shiraz del Ródano
A estas alturas, mientras el telón se cierra y las sillas se arrastran para dejarnos salir, nadie tiene ninguna duda: hay arte -y mucho- en esto de vivir.