Por eso, la marca Coffee Flour, ha tenido la brillante de idea aprovechar estos “desechos” llenos de nutrientes y convertirlos en harina. Aprovechando así el café por completo, desde su fruto rojo y carnoso como una cereza, hasta la semilla o grano que se encuentra en su interior. Esta empresa ya lo está haciendo en países como Nicaragua, Guatemala, México, Hawái o Vietnam, reduciendo de este modo el impacto ambiental al disminuir los desechos.
Esta harina es muy saludable, no contiene gluten y no sabe en absoluto a café. Tal y como informan desde Paste Magazine, “contiene cinco veces más fibra que la harina de trigo integral, tres veces más proteínas por gramo que el kale, tres veces más de hierro que las espinacas y dos veces más de potasio que los plátanos”.
Son varias las empresas que están pensando en aprovechar y reciclar las bayas del cafeto de este modo. La estadounidense Future Ceuticals ya ha patentado un proceso para extraer el polvo del fruto y poder utilizarlo en aguas vitaminadas, bebidas energéticas o incluso en cafés instantáneos. Pero no se contempla su uso sólo para bebidas, ya se está haciendo pan, bizcochos, galletas y todo tipo de masa con esta harina de café. Habrá que probarla y empezar a incluirla en nuestra dieta.