‘Pollo con gofres’ o ‘Menta traviesa’, hablamos de patatas de bolsa

Lays… cuánto has hecho por nosotros. Desde las gourmet hasta las campesinas y pasando por las de ¿rollo de canela? Pero, ¿sabéis qué es lo más sorprendente de todo? Que están buenas. Bastante buenas.

Como en todos los aspectos de la vida, el mundo avanza cada día a pasos agigantados y la gastronomía tiene que avanzar con él e ir adecuándose a lo que la gente exige. Los sabores de los alimentos se van adaptando a las nuevas formas de entender la cocina y el mundo gastronómico. Un claro ejemplo es Coca Cola, que pasó de su único y característico sabor a incluir otros como la Cherry Coke (de cereza), o con sabores como Limón, Lima o Vainilla. Del mismo modo lo hacen las patatas fritas de bolsa. En sus inicios eran tan solo un snack que se conformaba de patatas cortadas muy muy finas con sal. Sin embargo, con el paso del tiempo, han ido tomando prestados sabores de otros muchos alimentos a los que, en principio, no deberían estar relacionadas en absoluto. Quizás conozcas las típicas con sabor a jamón y queso, pero hoy te presentamos otros sabores que seguramente nunca antes habías oído – y menos aún probado.

¿Qué te parecen? ¿Te atreves?

Fotografías vía Difundir.org.