Probablemente nadie en su sano juicio pagaría por comer en un restaurante la comida que sirven en los aviones, ya que todos sabemos que no está especialmente buena, pero este restaurante pop-up ha formado parte de una campaña de marketing de una conocida compañía aérea para romper con esta mala fama.
La compañía Air New Zealand ha improvisado durante un día un restaurante en el Soho londinense para demostrar a sus clientes que la comida de los aviones no tiene que ser necesariamente mala y, contra todo pronóstico, puede estar muy rica, sabrosa y resultar apetecible.
Para ello, This Is How We Fly, el restaurante pop-up de esta compañía aérea ha servido los nuevos menús que estarán disponible en los aviones para esta nueva temporada de calor de altos vuelos, y la aceptación ha sido inmejorable.
El chef a cargo del menú, Peter Gordon, ha elaborado platos a la altura de las cocinas de los mejores restaurantes en tierra firme. Por ejemplo, uno de los platos que los pasajeros se van a encontrar en la carta va a ser cordero con guisante, lechuga estofada, tocino y sal con patatas trituradas y aliñadas con jalea de menta.
Un menú sibarita que también cuenta con dos opciones veganas alejadas de la mítica ensalada de brotes verdes: algas marinas con arroz integral, miso, sésamo, tofu, curry de coco, cilantro y espinacas.
Y para el postre, o bien una tarta de manzana con crema de romero o tarta de melaza con cuajada.
Puede que volar sea ahora una experiencia gastronómica deliciosa.