Aunque también se conoce a la judía mungo como soja verde, no tiene nada que ver con la soja. Se trata de una judía muy utilizada en la cocina hindú y es de las más ricas en proteínas. Por ello hoy hemos decidido darle un sabor con extra de especias a nuestra comida del día. ¿Te apuntas?
Ingredientes:
- 400g de judías mungo partidas
- 6 dientes de ajo picados muy finos
- 1 trozo de 4 cm de jengibre fresco muy picadito
- ¾ de cucharadita sopera de cúrcuma molida
- 1 guindilla verde sin pepitas y picada fina
- Sal
- Pimienta
- 2 cucharadas soperas de aceite de cacahuete
- ½ cebolla pequeña cortada en rodajas finas
- ½ cucharada sopera de semillas de comino
- 1 cucharadita de café de semillas de mostaza negras
- 1 guindilla roja sin pepitas y picada
- Cilantro fresco
Modo de preparación:
Lavar las judías mungo en un chino hasta que el agua salga clara. Colocarlas en una cazuela, cubiertas de agua y llevar a a ebullición. Bajar el fuego cuando rompa a hervir y añadir el ajo, el jengibre, la cúrcuma y la guindilla verde. Tapar la cazuela a medias y cocer a fuego muy lento durante 1 hora y media, removiendo de vez en cuando; las judías mungo deben deshacerse en puré. Para conseguir una textura más líquida, añadir un poco de agua. A la inversa, para espesar la preparación, quitar la tapa y continuamos la cocción hasta obtener la consistencia deseada.
Probar para sazonar. Calentar el aceite en una sartén de lento a medio y pochar la cebolla; luego subir el fuego para que adquiera color. Añadir a continuación las semillas de comino y de mostaza, así como la guindilla roja. Dejar al fuego unos minutos más. Servir los cuencos de dhal y espolvorear por encima la cebolla asada y el cilantro.