“La noticia más triste que nunca hubiera querido dar. #JuliSoler ha fallecido. Siempre estarás con nosotros”. Con este tweet, Ferran Adrià confirmaba el fallecimiento de Juli Soler, ocurrido el domingo por la noche a causa de la enfermedad neurodegenerativa que sufría desde hacía tiempo. Tenía 66 años.
Adrià aterrizó en la cocina de elBulli cuando Soler ocupaba el cargo de director y ambos se asociaron para desarrollar un nuevo concepto gastronómico que acabó derivando en el restaurante más premiado y famoso del planeta. Después de saborear las mieles del éxito, Ferran y Juli optaron por dar un giro a su proyecto e idearon una fundación, elBulli1846, que ocuparía el mismo espacio que el restaurante y que precisamente estos días ha terminado la primera fase de las obras de ampliación, según anunció el propio Adrià el pasado 4 de julio.
La familia de Soler y el propio fallecido habían mantenido la evolución de la dolencia en el ámbito íntimo en estos años, aunque durante este tiempo han recibido siempre muestras de apoyo del equipo de elBulli y del mundo de la gastronomía internacional.