Puede que si eres un gran obseso por mantener una salud de hierro tu mejor compañera de objetivo sea la leche de camella, probablemente una buena alternativa a todas las leches que tenemos en el mercado actualmente.
Podríamos decir (sin miedo a equivocarnos) que la leche de camella es el último superalimento en sumarse a la lista de todos los que ya la componen y que en Los Ángeles su consumo se ha convertido en un auténtico fenómeno alimentario.
Si te estás preguntando exactamente qué maravillosos efectos tiene esta leche sobre el cuerpo es momento de saber que previene enfermedades que pueden ir desde el autismo hasta la enfermedad de Crohn.
Entre sus componentes encontramos vitamina B3, C, proteínas y una escasa materia grasa, varios requisitos indispensables para poder presumir de buena salud, además de zinc, magnesio, hierro, necesarias para reducir el colesterol, reducir toxinas del intestino y disfrutar de propiedades antiinflamatorias.
Walid Abdul-Wahab, dueño de Desert Farms, ha sido el encargado de promover el conocimiento sobre esta leche, su reparto y su consumo desde Oriente Medio hasta Estados Unidos pasando por Europa, pero también ha sido el encargado de asegurar que esta leche no hay que entenderla ni consumirla con la esperanza que generan los medicamentos, sólo como un superalimento que puede ayudarnos a mejorar la salud.