Sabemos que es muy tradicional pensar en las uvas como el postre perfecto para una comida copiosa: fruta vitamínica, diurética, laxante y antioxidante. Pero, ¿por qué disfrutar sólo de sus beneficios al terminar la comida si pueden ser el ingrediente perfecto del plato fuerte?
Si nos ponemos tiquismiquis, las uvas nos las bebemos en cada trago que le damos a la copa de vino, blanco, tinto o rosado, que preside la mesa; así que vamos a aprovechar todas sus ventajas y a incluirlas en platos de cucharada y tenedor para disfrutar de su fácil combinación.
¡Y más ahora, que están de temporada!
No te equivoques, las uvas no van en el postre
Podemos brindar con el otoño con un plato de migas y uvas ralladas para ir saboreando la contundencia de los platos de esta temporada.
No te equivoques, las uvas no van en el postre
La carne blanca y una salsa de uvas con vino tinto siempre es buena opción para las comidas ligeras. ¿Probamos con carne de faisán?
No te equivoques, las uvas no van en el postre
Que no se molesten los menos amigos de la carne, tenemos un plato de caballa con salsa de uvas y cava que quita el sentido.
No te equivoques, las uvas no van en el postre
La uva moscatel la podemos utilizar para cocinar un rica crema que acompañe a esas albóndigas de ternera que tanto te apetecen hoy.
No te equivoques, las uvas no van en el postre
Fajitas de pollo, uvas y chistorra para celebrar que tenemos muchas noticias buenas que celebrar.
No te equivoques, las uvas no van en el postre
Ensalada de queso fresco, uvas y sésamo, para quienes todavía arrastran las consecuencias de un verano muy feliz.