El sueño de cualquier cliente al entrar al establecimiento que desea es que en el tiempo que elige sitio, se quita el abrigo y lo cuelga detrás de la silla, ya tenga preparado su pedido. Para lograr esta trato al cliente de ensueño, solo se necesitan 30 segundos, según el nuevo CEO de Starbucks, Brian Nicool. Así es, la mitad de un minuto (que cuando tienes hambre parece eterno) es el nuevo objetivo que pretende el primero de la cadena de cafés más famosa del mundo.
«Vas a tener una experiencia en la que cuando entres e interactúes con el barista, va a ser realmente rápido conseguir esa taza de café», contó en una entrevista concedida a ABC. «Mi esperanza es que podamos ofrecerte una taza de café preparada en menos de 30 segundos». Si se consigue aplicar esta nueva medida, Starbucks se convertirá en una máquina de desayunos y meriendas imparables (si no lo es ya).
Este objetivo puede parecer una locura, pero las consecuencias de su éxito tienen un respalda científico. Según la regla del «pico y final», las personas evalúan sus experiencias basándose en los momentos más intensos y cómo terminan. Una espera larga e incierta puede resultar frustrante y exagerar la percepción del tiempo transcurrido, en cambio una experiencia rápida solo tiene repercusiones positivas.
Nicool, aparte de asegurar su prioridad en la instantaneidad a través de un proyecto a cinco años que incluirá un negocio de pedidos móviles más eficiente con su propia zona de recogida, también asegura que no habrá más subidas de precios. De momento su incorporación, hecha realidad a mediados de septiembre de 2024, se percibe como positiva y mirando hacia un futuro donde el consumidor sea el protagonista de la película.