Hasta hace dos días, el Speedmaster Pilot de Omega estaba disponible solo para los pilotos militares. Concretamente, para los del ejército estadounidense, bajo el nombre de Speedmaster Flight Qualified. Ahora, la marca “entrega” este reloj herramienta a los civiles, con un diseño inspirado en aquel que atrae como la miel por sus colores y su historia.
Los orígenes del ejemplar hay que buscarlos en la segunda mitad del siglo XX, tanto en 1957, año del nacimiento del Speedmaster, como en 1969, cuando surgió una de sus variantes, el cronógrafo Flightmaster para pilotos de aviones. Este asombró por su caja elíptica de gran tamaño, y por sus tres coronas, dos pulsadores y siete agujas. Además, mostraba con varios colores sus distintas funciones. Muchos aficionados relojeros sueñan con una reedición del Flightmaster, pero tendrán que seguir esperando, porque el nuevo Speedmaster Pilot solo se le parece.
De él ha tomado la idea de pintar de naranja, amarillo y azul sus subesferas gemelas, que destacan sobre un fondo negro granulado mate. Asimismo, ha replicado la aguja con la punta en forma de cola de avión barnizada de naranja, que estaba presente también en el Speedmaster Flight Qualified para militares, como segundero central del cronógrafo. Difiere del Flightmaster en la caja, más inspirada en el Speedmaster de 1957. Es redonda, de acero con acabado mate, y mide 40,85 mm de diámetro y 14,65 mm de grosor. Su bisel con la escala taquimétrica habitual se ha montado con un aro en aluminio, y se sumerge hasta unos 100 metros sin problema.
En la esfera, las agujas de las horas y de los minutos están rellenas de material luminiscente blanco que aporta un resplandor verde, igual que los índices horarios. Hay dos subdiales biselados parejos, como comentábamos: un contador de 60 minutos y 12 horas a las 3 h con una manecilla triangular naranja y otra blanca, que busca parecerse al indicador de consumo de combustible de las cabinas de los pilotos. Y, a las 9 h, un segundero con un punto de mira y una aguja amarilla con un horizonte artificial en azul.
El fondo es opaco, y se ha grabado en él el tradicional hipocampo (el caballito de mar de Omega). Esconde un cronógrafo automático, el Calibre 9900, que es un Master Chronometer certificado por Metas, el Instituto Federal Suizo de Metrología que avala su alta precisión. El movimiento ofrece una reserva de marcha de 60 horas, aproximadamente.
Con un precio de 10.500 euros, el Speedmaster Pilot se puede lucir con un brazalete de acero o con una correa de tipo Nato (de nailon) gris, que se incluye en un estuche especial de viaje. Y a volar.