Actualidad

El mejor panettone del mundo es de Barcelona

La panadería artesana Suca’l ha marcado un hito llevándose el premio a la mejor versión del dulce navideño.

Haz clic aquí para leer la versión en inglés.

En el número 5 de la plaza de Garrigó, situada en el distrito de San Martí de Barcelona, se encuentra esta panadería que acaba de hacer historia ganando el concurso anual celebrado en el Palazzo Castiglioni de Milán. Allí Suca’l se llevaría el premio al Mejor Panettone del Mundo gracias a la elaboración del pastelero mexicano y chef Ton Cortés; el cual ya fue reconocido en 2019 con el premio al Mejor Panettone de España. Ahora, eleva su estatus a otro nivel con este galardón internacional que, por primera vez, se concede a una panadería de fuera de Italia.

El concurso, que reunió a 24 pasteleros procedentes de Europa, Asia, América Latina, Estados Unidos y Australia en el Palazzo Castiglioni milanés, estuvo delimitado por una serie de pautas y requisitos como el hecho de exigir que todos los ingredientes, como la harina, la fruta o la mantequilla, procediesen de Italia. Tonatiuh Cortés ganaría allí la Coppa del Mondo del Panettone, por delante de otras panaderías italianas que habían horneado durante otras ediciones las mejores versiones de este emblemático dulce navideño.

Mientras tanto, la Pasticcería Pesce de Avella, del italiano Pasquale Pesce, quedaría en segunda posición, y la Fornería Il pane di Maurizio Sarioli en tercer lugar. Entre otras de las categorías premiadas, el premio al mejor panettone tradicional en ‘categoría extra europea’ fue para el japonés Yasuda Tazumi, y la mejor creación del ‘panettone de chocolate’ para el peruano Carlo Strobbe.

La fórmula secreta del panettone

En un reportaje a 324, el maestro pastelero explicó que había logrado de alguna manera elevar el panettone a un estrado superior gracias a la masa madre que utilizan en su panadería. Una que incluso tiene nombre propio: Eulàlia, la cual van mejorando con el paso del tiempo y desarrollando en base a determinadas temperaturas y porciones, hasta haber conseguido su perfección con la que esculpir el mejor panettone del mundo.