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La felicidad podría encontrarse en Hygge, el conocido local de brunch que evolucionó hacia gastrobar gourmet en base a su filosofía danesa con la que encontrar el bienestar en los pequeños placeres.
El hedonismo se sirve en su acogedor espacio situado en Legazpi (Madrid), y se consume desde sus acogedoras mesitas de madera en las que poder asimismo evadirse leyendo o jugando a juegos de mesa. Allí, el estilo de vida ‘Hygge‘ alimenta toda la propuesta, como un mantra vital que aprendería uno de sus dueños en Dinamarca, y le transmitiría al resto del equipo con el fin de estar todos sincronizados espiritualmente.
Detrás del proyecto (@hygge.madrid) se encuentran tres jóvenes emprendedores que decidieron unirse para hacer realidad su sueño colectivo. El chef argentino Maximiliano Troilo, el colombiano Santiago Modera, con amplia experiencia en sala y en cocina, junto a la arquitecta argentina Xiomara Blanco, que está detrás de la decoración, el diseño gráfico y toda la estética de inspiración natural que envuelve el local. Sin embargo, el elenco no se limita únicamente a una tarea, sino que va intercambiando sus roles; generando un núcleo de dinamismo constante.
El bar abrió sus puertas en enero de este mismo año, y desde entonces, ha transmitido su filosofía a infinidad de comensales. ‘Queremos que las personas se sientan en un ambiente confortable y a la vez distendido. Que desconecten un poco de la rutina y disfruten de la experiencia que ofrecemos que va más allá de la comida’, rezan los fundadores.
Del brunch al drunch
‘La gastronomía de Hygge está muy marcada por lo que vivimos como viajeros, como cocineros y por lo que somos como comensales. El bar se caracteriza por hacer comida distinta, casera y variada. A modo de resumen a los clientes nuevos le explicamos que desde una benedictina de aguacate hasta unas bravas o un ceviche vegano pueden encontrar en el bar. Nuestro punto fuerte son los brunch pero también la carta de raciones por la técnica y el mimo que le ponemos a todo.’
Todos esos conocimientos en cocina y esas experiencias las canalizan en un menú de brunch que poder customizar con tostas como su clásica benedictina con aguacate o salmón, sus bowls de granola y chia o sus deliciosas tortitas estelares con fondue de chocolate. Una propuesta híbrida que poder acompañar con sus cafés ecológicos -estimulados por su carácter internacional- como el llamado ‘Caribeño’, con leche de coco y lima, o sus batidos de Oreo, frutos rojos o plátano.
En cuanto al drunch, que fusiona la merienda y la cena, también se adapta al gusto del cliente, el cual puede elegir entre cervezas o copas de vino junto a una selección de quesos a modo de entrante. La degustación continúa con opciones como sus ‘bravísimas’, sus patatas de Adelaida al estilo colombiano, sus empanadas o sus albóndigas vegetales con salsa de tomate.
Con tan sólo unos meses de vida, Hygge ya ha difundido así su mantra a infinidad de adeptos que rinden culto a su brunch y a su identidad culinaria, que pretenden acabar de elevar a través de su técnica y su poderosa filosofía hedonista. ‘Nuestro público nos demostró que no somos un lugar de paso si no más bien un lugar donde quedarse, por eso con cada cambio de carta somos más exigentes con los platos que ofrecemos. En un futuro nos encantaría tener fechas con menú degustación y tener temáticas que cambien para poder ofrecerle al cliente una experiencia más completa.’