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La Dorita, como uno de los asadores más emblemáticos de Argentina, acaba de llegar a Madrid con su surtido de cortes de carne de alta calidad, los cuales sirve ‘al punto argentino’. Y qué mejor que celebrar el Día Nacional del Asado desde un lugar de referencia internacional.
Cada 11 de octubre, Argentina rinde homenaje a este día con el fin de encumbrar uno de sus platos más representativos; así como a la tradición que envuelve ese ritual en torno al sabor y a la experiencia colectiva del hecho de compartir.
En base a los pilares clave de la gastronomía argentina: la carne y la parrilla, su fundador Sebastián Valles se unió a Leonoardo Rainelli para expandir su universo culinario en Madrid, tras más de dos décadas cosechando éxitos en la ciudad porteña.
El concepto de este asador contemporáneo se inspira en los tradicionales bodegones argentinos a través de un concepto innovador al mejor estilo de los steak house y grills americanos. Eso sí, esta vez bien marcado por el puro sello argentino.
La estética que envuelve el local, con toda una puesta en escena de manteles de papel y decoración inspirada en el imaginario cultural argentino, con obras del artista Marcos López o lámparas hechas con botellas, remiten directamente al país del río de La Plata.
Desde la cocina, Mariano García Scarampi, dirige todas las creaciones que salen en sala, y con las que el comensal puede disfrutar de toda la experiencia con entrantes como sus empanadas de carne o queso, los tradicionales buñuelos de acelga, o sus ‘provosetas’ y huevo trufado.
En cuanto a los platos principales, destaca su gran surtido de cortes de carne, como el llamado en argentina bife de chorizo, el asado de tira y la entraña. Sus cortes más representativos son el Ojo de bife, que se obtiene de la parte alta del lomo de la vaca y es muy apreciado por su jugosidad y sabor; y el Bife de chorizo, lo que sería el entrecot en España.
Para ponerle la guinda a este gran bodegón argentino, no pueden faltar algunos de sus postres clásicos como el panqueque con dulce de leche, el flan casero con dulce de leche y crema, o el “Pauli”, una mousse de chocolate cocido con dulce de leche, nata montada y chocolate rallado.
