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Durante su campaña electoral, Kamala Harris ha querido enfatizar en una de las estrategias o medidas que llevará a cabo contra ‘el robo de precios’ y la subida de precios de los supermercados. ‘Hay una gran diferencia entre unos precios justos en mercados competitivos y unos precios excesivos que no guardan relación con los costes de la actividad empresarial’.
Harris propondrá al respecto una prohibición federal de ‘los precios abusivos de las empresas en las industrias alimentaria y de comestibles’. En el comunicado oficial, la vicepresidenta enfatiza en que esos precios excesivos no guardan relación con los costes de hacer negocios, y que los estadounidenses pueden ver esas diferencias en sus facturas de comestibles.
Según la CNBC, la prohibición propuesta forma parte de la plataforma de política económica más amplia de Harris, que planea compartir con el mundo el viernes durante su mitin de campaña en Carolina del Norte. Harris afirma que su objetivo es promulgar la prohibición en los primeros 100 días de asumir el cargo si gana las elecciones y daría instrucciones a la Comisión Federal de Comercio para que imponga ‘duras sanciones’ a quienes infrinjan los límites aún no anunciados de ‘precios abusivos’, informó el Washington Post.
Harris además planea señalar específicamente a la industria cárnica estadounidense y a los procesadores de carne como ‘particularmente atroces’ fijadores de precios, según recoge TIME. ‘El aumento de los precios de la carne ha supuesto una gran parte del encarecimiento de la factura de la compra de los estadounidenses, incluso cuando las empresas procesadoras de carne registraron beneficios récord tras la pandemia.’
Otra de los fenómenos que intentará paliar asimismo será el ‘shrinkflation’, consistente en la reducción del tamaño de los productos, mientras se mantiene o incluso se eleva su precio. Una problemática a la que Biden aludiría en su momento. ‘Las botellas de bebidas deportivas son más pequeñas, una bolsa de patatas fritas tiene menos patatas, pero siguen cobrando lo mismo’. ‘Y como amante de los helados, lo que más rabia me da es que los cartones de helado han encogido de tamaño, pero no de precio’. Y añadió: ‘Ya estoy harto de lo que llaman “shrinkflation”. Es una estafa’.