París representa una expresión gastronómica en sí misma que ha inspirado innumerables escenas cinematográficas en restaurantes de alta cocina francesa, cafeterías bohemias o restaurantes dentro del universo de la animación.
Fijamos la acción en los restaurantes de algunas de tus ficciones favoritas, los cuales existen en la vida real, para que puedas recrear en ellos sus actos más memorables.
Le Grand Vefour – Medianoche en París
Al igual que ocurre en ‘Midnight in Paris‘, entrar en Le Grand Vefour es viajar a un pasado en el que encontrarse a personalidades políticas, artísticas y de la literatura de la época. Conocido por ser el primer gran restaurante construido en París, Woody Allen lo elegiría para su película por la estética y la esencia que refleja del glamour parisino del siglo XVIII: un escenario sobre el que performa su obra de alta cocina.
Bistrot La Renaissance – Malditos Bastardos
Quentin Tarantino rodaría algunas de las escenas clave de ‘Malditos Bastardos’ en Bistrot La Renaissance. Se trata del clásico bistrot parisino que rezuma la misma esencia de la Belle Epoque de 1904, el año en el que abriría sus puertas. Allí sirven platos tradicionales a precios asequibles como el filete gratinado con boniato, la elaboración más icónica de su guion gastronómico aclamado por la crítica.
Café des deux Moulins – Amélie
El barrio parisino de Montmartre es mayormente conocido por albergar la mítica cafetería de ‘Amélie’. Este humilde restaurante saltó así a la fama tras aparecer en la entrañable película de Jean-Pierre Jeunet. En la actualidad, el café es un homenaje a este extravagante clásico -repleto de la memorabilia de Amélie- en el que disfrutar del mismo ‘petit plaisir’ que Amélie junto a un crème brûlée.
La Tour d’Argent – Ratatouille
Este hito gastronómico con estrella Michelin, que inspiró la icónica película ‘Ratatouille’, también es extensamente conocido por haber servido en sus mesas a personalidades icónicas que van desde el rey Luis XIV hasta artistas como Salvador Dalí o Marilyn Monroe.
La Tour d’Argent ha cautivado asimismo la imaginación de escritores como Ernest Hemingway y Marcel Proust, muchas de cuyas escenas se inspiraron en el restaurante. La comida también está a la altura de este emblema con vistas permanentes al Sena, en el que su plato más famoso es el pato Challans.
Le Grand Colbert – Todo puede pasar
En esta brasserie parisina se representaría una de las escenas culinarias de ‘Somethings Gotta Give’ de Nancy Meyer en la que Diane Keaton habla del mejor pollo asado del universo; convertido en uno de los platos estrella de su menú. Le Grand Colbert, declarado monumento histórico, se presenta como un restaurante romántico que deleita a sus comensales a través de la gastronomía francesa en medio de un espacio inspirado en el París de la Belle Époque.