Aperol Spritz representa la búsqueda del equilibrio entre la fruta, las hierbas y las raíces de gran calidad para dar con la bebida de aperitivo perfecta. Se le reconoce por su característico color naranja, por su sabor refrescante y por estar siempre presente en las mesas donde reina la complicidad. Y por eso este verano promete participar en los mejores recuerdos creados a pie de playa y con el mar como testigo. Esa es la esencia de la ruta por los chiringuitos de la costa mediterránea que patrocina Aperol Spritz y que hoy nos lleva hasta Sitges, donde recibe el ambiente único de El Vivero.
Junto a la playa de San Sebastián y sobre un acantilado que regala las mejores vistas de Sitges, El Vivero se hizo famoso hace ya 50 años por su cocina marinera tradicional. Allí acudían las familias para comer la paella de los domingos y hoy ese ambiente acogedor y familiar se mantiene. También la cocina de kilómetro cero que además está en funcionamiento durante todo el día. Así, entre baño y baño, nada como dar buena cuenta de una fritura de boquerones o rabas, un tartar de atún rojo con guacamole, una ensalada de la huerta o cualquiera de sus arroces: el señorito, negro, mar y montaña, vegetal, caldoso de pescadores y caldoso de bogavante. Eso y, por supuesto, mucho Aperol Spritz para alegrar el encuentro.
En El Vivero tienen además una zona de camas lounge donde relajarse –y, por qué no, echarse una siesta–, servicio delivery a barcos y un maravilloso mirador con vistas al horizonte. Entre el sonido de las olas, el de las campanas de la iglesia la Punta y los destellos naranjas del cielo y del Aperol Spritz, el sueño será una realidad.