Con la ayuda de expertos gastronómicos, ha definido por primera vez el auténtico protocolo de cata de la burrata. ¿Cómo debe saber? ¿Cuál debe ser su textura y aspecto?
La auténtica burrata tradicional se produce con leche de vaca y nace en la región de la Apulia, y es el resultado de la unión de dos lácteos: mozzarella y nata. Su exterior, es una lámina muy fina de mozzarella y su interior contiene la “stracciatella”, es decir pasta deshilachada de mozzarella mezclada con nata.
La lámina exterior de una buena burrata debe ser blanca, lisa, brillante, compacta y elástica. La estructura interna, cremosa, y tiene que derretirse en la boca. Y la nata no debe ser demasiado líquida ni demasiado densa y los hilos internos deben ser lo más largos posible.
El sabor de la burrata debe ser dulce y recordar la leche fresca, pero al mismo tiempo tener la intensidad del sabor de la nata.
El protocolo de cata de burrata es el siguientes:
- Aspecto externo: Color blanco leche, liso y brillante
- Lámina exterior: Fina, pero al mismo tiempo compacta y elástica. No se debe romper al tocarla.
- Interior: Cuando se abre la burrata, la nata no debe ser ni demasiado líquida, ni demasiado densa.
- Hilos internos: Deben ser lo más largos posibles, de hasta 3-4 cm.
- Textura: Debe ser cremosa y derretirse en la boca, Sin grumos.
- Sabor: A leche fresca dulce, pero con más intensidad. No debe ser ni agria, ni ácida.
En la cata se han catado las siguientes 8 burratas:
- Toscanella 150 g (Central Lechera Asturiana, fabricada en España)
- Albe 125 g (fabricada en España)
- Galbani 150 g (fabricada en Italia)
- Maldera 150 g (fabricada en Italia)
- Hacendado/Mercadona 150 g (fabricada en Italia)
- Negrini 125 g (fabricada en Italia)
- Parrotta 250 g (fabricada en Italia)
- Gioiella 335 g (fabricada en Italia) Gioiella 335 gr ha sido la burrata mejor valorada en la cata, quedando en segundo lugar la burrata de Negrini 125 gr.