Tienes invitados en un día caluroso de verano? Muchas botellas de vino pero ninguna fría? No te preocupes, tenemos unas cuantas opciones que van a hacer tu vida más fácil cuando te encuentres en este aprieto.
Llena un cubo con hielo, agua y sal: este es uno de los mejores métodos que hay, si llenas 2/3 de un cubo con hielo y el resto con agua muy fría y añades un puñado de sal y dejas tu botella reposar dentro te sorprenderá el resultado tan efectivo que tiene. La temperatura debería bajar rápidamente.
Envuelve tu botella en una toalla húmeda y colócala en el congelador: este método ha sido algo disputado, pero las personas que siguen considerando este un buen sistema dicen que si humedeces un paño y lo colocas alrededor de la botella y lo introduces en el congelador el vino se enfriará antes y de manera más igualitaria.
Utiliza perlas metálicas frías en tu copa de vino: si solo tienes unos cuantos invitados una manera bonita y chic de enfriar el vino es usando unas perlas metálicas que viven en el congelador y enfriarán sin aguar tu bebida. Hay varias opciones en el mercado, aunque su precio puede que te haga querer correr en la otra dirección.
Congela uvas rojas y verdes y déjalas caer en tu copa: similar al método anterior pero algo menos costoso. Una buena manera de enfriar tu bebida es siempre tener en el congelador unas cuantas uvas verdes y rojas para ocasiones como esta.
Sirve copas individuales y mételas en el congelador o nevera: si solo estas compartiendo el vino con otra persona, una manera de enfriarlo es servirlo en copas individuales y meterlo en el congelador o nevera a enfriar. Como es menos cantidad se enfriará antes. Cuidado, no es la manera más elegante de hacerlo y puede que acabes con todo por el suelo.