Es necesario y, en muchos casos, fascinante. Cada vez viajamos más y lo hacemos con más conocimiento. Por eso cada vez somos más exigentes y nos preocupamos por encontrar compañías en las que confiar, que transmitan calidad, confort y profesionalidad. Que no se conformen con llevar a la gente de un sitio a otro, sino que quieran que la experiencia sea la esencia del viaje y que resulte tan positiva que invite a repetir. Precisamente eso es lo que mueve a Iryo; y parece que lo logra, porque los clientes puntúan con un 9 su índice de satisfacción con respecto a la atención recibida. Un sobresaliente que alcanzan gracias a la calidad de la asistencia a bordo, y es que tienen a los asistentes mejor formados del sector ferroviario de España.
El equipo que atiende a los clientes durante el viaje tiene conocimientos sobre seguridad, funcionamiento de los sistemas del tren, primeros auxilios, prácticas diarias de servicio a bordo, protocolo e imagen. Tal es la apuesta que hace Iryo en este sentido, que casi 400 de las 600 personas que forman la plantilla son asistentes a bordo. Un altísimo nivel de conocimiento y compromiso que sus trabajadores adquieren gracias a una formación completa y motivadora compuesta por un curso de 120 horas. Además, su formación es rotativa, es decir, que aprenden a manejarse en la atención a bordo, en el embarque, en la venta de billetes o informando al cliente en las oficinas de venta o de atención. ¿Esto qué provoca? Que, si el usuario necesita ayuda sobre cualquier tema –horarios, menús, conexiones, reclamaciones, etc–, da igual a quien acuda que sabrá cómo encontrar una solución sin tener que pasar por varios departamentos. Un método único en el sector de transportes de España.
Y no sólo eso, porque toda la información del cliente se recoge bajo un mismo paraguas para que en ningún momento se pierda el contacto con él, ni la coherencia o la consistencia en la comunicación. Además, si se prefiere la relación de tú a tú, existen los ocho espacios Iryo, repartidos en las estaciones en las que opera la compañía, que son las oficinas donde recibir información o adquirir billetes.
El tren más gastronómico
Aquí, de nuevo, Iryo no defrauda, ya que bajo la marca Haizea –exclusiva de la compañía– se ofrecen hasta ocho menús diferentes elaborados con productos de mercado que se acompañan de una selección de vinos de la DO Rioja y Ribera del Duero. El objetivo es el mismo, que sea el cliente el protagonista de la experiencia y de su viaje, y que sea él quien elija lo que quiere comer, y no al revés; una fórmula con la que, además, se reduce el desperdicio alimentario. Lo puede hacer contratando Infinita Bistró, el servicio de clase Business, u ordenándolo antes del viaje en clase Inicial y Singular.
También puede disfrutar de los más de 50 productos disponibles en la cafetería Haizea o tomarse un snack sin tener que levantarse gracias al Bar Móvil, que ofrece un delicioso café Illy recién hecho en su cafetera espresso. Recorrer kilómetros nunca habrá sido tan placentero.