El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se ha sumado este miércoles a las reivindicaciones de los agricultores, explicando que «ayer mismo se aprobó» el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SIM) y que los empresarios planteaban que una de las «condiciones claves» con respecto al SMI era «la rebaja de las cotizaciones sociales al campo».
No obstante, ha abogado por hacer las protestas «organizadas» para «no entorpecer la actividad» porque se hace daño «a toda España, a muchas familias, daño a otros sectores».
Así lo ha manifestado a preguntas de los periodistas tras la inauguración en Huelva del I Congreso Nacional del Hidrógeno Verde, donde Garamendi ha lamentado que «se nos llena la boca hablando de la España despoblada, de la España rural», pero que es la CEOE la que «ha tenido la sensibilidad de sacar a la luz también esa necesidad y poder aliviar especialmente a los pequeños agricultores, que son los que están sufriendo especialmente este tema».
«Lógicamente vamos a estar trabajando en esa línea, es verdad también que hay una competencia entre las exigencias que se tienen en España contra terceros países, por lo tanto es un tema donde hay que sentarse y hablar. Lo que creo es que también son pequeñas familias, son autónomos, muchísimas, miles de personas, son tres millones de autónomos que hay en España y muchísimos de la España rural», ha subrayado.
En este punto, Garamendi ha apuntado que la CEOE «estaría con las protestas», pero considera que «hay que hacerlas organizadas» y que «lo que no se puede hacer, en ningún caso, es entorpecer la actividad, porque hacemos daño a toda España, a muchas familias, daño a otros sectores».
«Cuando se reivindican las cosas, estamos con ellos, pero hay que hacerlo de forma que, en ningún caso, sea haciendo un daño al país. Porque en este caso nos hacemos daño a nosotros mismos cuando lo que necesitamos es que todo el mundo vaya a hablar», ha concluido.