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Economía.- Francia apuesta por la «soberanía alimentaria» y congela la norma de pesticidas en nuevas medidas agrícolas

El Gobierno de Francia ha anunciado este jueves una batería de medidas con las que aplacar el malestar del sector agrícola, movilizado en distintos países de Europa, y ha confirmado entre otras cosas que la «soberanía alimentaria» estará consagrada por ley y se paralizará la aplicación de una norma que aboga por la reducción paulatina en el uso de pesticidas, así como ayudas por valor de 150 millones de euros.

El primer ministro, Gabriel Attal, ha reconocido ante los medios «errores» en la gestión que el Gobierno ha hecho durante estos últimos años de las demandas del sector primario, pero ahora las autoridades quieren contrarrestarlo con un nuevo enfoque y el reconocimiento de que la agricultura representa «un interés fundamental de la nación».

Este concepto quedará recogido por escrito, al igual que «el objetivo de la soberanía alimentaria», con vistas a reforzar el producto local frente a potenciales riesgos derivados de competidores externos. También quiere mejorar a nivel europeo el etiquetado de productos y fomentar en Francia que se señale cuáles tienen origen nacional.

El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha anunciado en la misma comparecencia «10.000 controles’ para examinar el origen galo de los productos, con sanciones que pueden alcanzar hasta el 10 por ciento del volumen de facturación y la vista puesta en el comercio minorista.

En materia de competencia, Attal ha prometido aprobar «sin demora» una cláusula que permita prohibir la importación de frutas y verduras producidas mediante el uso del pesticida tiacloprid –prohibido ya en Francia–. El primer ministro ha abogado por aplicar «las mismas exigencias» independientemente del origen, un argumento que también ha llevado a París a dejar claro que no respaldará el acuerdo de libre comercio con los países latinoamericanos del Mercosur.

El plan ‘Ecophyto’, que planteaba objetivos en la reducción del uso de pesticidas dentro de Francia, queda «en pausa», como ha anunciado el ministro de Agricultura, Marc Fesneay, a la espera de revisar la redacción y «simplificar» el contenido de dicha norma.

El Gobierno, que busca además límites a la llegada de aves ucranianas, busca una definición «clara» a nivel europeo de lo que se entiende por carne sintética. «La carne sintética no se corresponde con la concepción de nuestra dieta francesa», ha apuntado Attal.

El primer ministro ha afirmado que esta batería de medidas «responden probablemente a una gran parte de las expectativas» de los agricultores, movilizados por distintos puntos de Francia. Las protestas han llegado incluso a Bruselas, coincidiendo con una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.