Si has leído alguna vez El Gran Gatsby del autor estadounidense F. Scott Fitzgerald, verás que en el capítulo 7 se hace mención a un coctel. Es, de hecho, la única vez en todo el libro que se hace referencia a una bebida preparada específica y esa es el Gin Rickey. Según han afirmado a lo largo de los años personas cercanas al escritor, era una mención honorífica al coctel favorito de Fitzgerald, ya que pensaba que la ginebra no le apestaría el aliento y mantendría intacta su elegancia de caballero de los 20 y 30 del siglo pasado.
Lo cierto es que para muchos el Gin Rickey es la bebida por excelencia para disfrutar entre amigos después de una comida o en una celebración. Además, es un coctel supersencillo de preparar, ya que solo se necesitan tres ingredientes: una buena ginebra, jugo de limón y agua con gas. Podría confundirse con el tradicional gin-tonic de toda la vida, pero son dos bebidas diferentes.
Lo curioso de este coctel es que no se echaba ginebra cuando se creó en el siglo XIX por un coronel demócrata llamado Joe Rickey, quien echó bourbon en lugar de la bebida inglesa. Tampoco se le echaba jugo de cualquier fruta ni cualquier ingrediente que le añadieran al coctel algo de dulzor. Era bourbon o whiskey con agua carbonatada.