El último lanzamiento de Bodegas Príncipe de Viana no puede ser más especial. Bautizado como Príncipe de Viana Aniversario 2018, conmemora dos hitos históricos de mucho significado para la bodega: los 600 años de historia del Principado de Viana y las cuatro décadas de la fundación de Bodegas Príncipe de Viana. Y es que no es sólo un vino, sino una forma de expresar el agradecimiento de esta casa con todos aquellos que confían en sus productos. Una celebración de los logros compartidos y un reconocimiento que se festeja a través de un brindis simbólico por una historia compartida de pasión por el vino.
Una joya vinícola que desafía las adversidades climáticas
Príncipe de Viana Aniversario 2018 se elabora con cuatro variedades nobles: tempranillo, que aporta notas de frutas rojas y negras maduras; syrah, que ofrece una elegante combinación de frutas negras y taninos suaves; garnacha, caracterizada por la frescura y vitalidad; y cabernet, que aporta mineralidad y una estructura notable. Todos los viñedos se plantan en espaldera y cuentan con más de dos décadas de vida; se cultivan con pasión y dedicación para que cada variedad pueda expresar su esencia en este “Aniversario”.
En palabras del propio enólogo de Príncipe de Viana, Pablo Pávez, este vino es “versátil y ‘políglota’, pues se hace entender por todo aquel que se atreve a probarlo. De elegante bouquet, estructurado, elegante y complejo, deleita por igual a expertos y profanos, porque las bondades de un gran vino no radican en el número de adjetivos que seamos capaces de aplicarle, sino en el disfrute pleno de su trago”. Características que se han logrado gracias a un preciso manejo del viñedo, ya que la añada 2018 no lo puso nada fácil. Fueron varios los desafíos climáticos a los que se tuvieron que hacer frente, pero se logró una madurez excepcional de la uva, preservando su frescura y jugosidad.
Así, sobre la copa se vuelca un vino de intenso color rojo cereza que se abre en aromas de frutas ácidas acompañados por notas tostadas de toffee, vainilla y canela. En boca, destacan la intensidad de la fruta, y sus taninos maduros hacen que su paso resulte agradable y sedoso, además de tener un elegante final. Acompaña de maravilla bocados típicamente navideños como los patés y quesos, u otras recetas más contundentes como guisos de caza mayor, carne a la parrilla o cordero lechal.
Historia convertida en vino
600 años del Principado de Viana y 40 años de la Bodega Príncipe de Viana convierten a esta casa en testigo de los momentos más especiales de quienes lo eligen una y otra vez. Por ello se ha convertido en un símbolo de tradición y renovación, en el reflejo de su origen, su tierra y su gente. Una emoción que Pablo Pávez explica a la perfección: “Es historia convertida en vino, cuya lectura, es decir, cuyo trago goloso, seductor y envolvente, nos recuerda que la vida pasa, incluso por cientos de años, las modas lo hacen con ella, pero determinadas voluntades siempre permanecen inalterables”.