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Qué comen en las llamadas ‘Blue Zones’ y por qué viven más tiempo

Un documental de Netflix explora las conocidas como 'Blue Zones', cinco lugares del mundo donde la gente disfruta de una vida extraordinariamente larga y activa. Te desvelamos cuál es su estilo de vida.

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Una de las cuestiones que siempre ha preocupado a las personas es la esperanza de vida. Con el paso del tiempo, y gracias a los avances científicos y medicinales, cada vez la gente puede vivir más. En España, por ejemplo, la esperanza de vida actual es de 82 años en las mujeres y 79 en los hombres. Pero hay regiones concretas del mundo donde las personas viven hasta los 90 y los 100 años y lo hacen con una calidad de vida excepcional.

El periodista Dan Buettner lleva años estudiando estos lugares que son conocidos como Blue Zones, donde la alimentación juega un papel muy importante en su forma de vida. Recientemente ha lanzado un documental en Netflix titulado Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules, viajando a cinco de estas zonas con las personas más longevas de todo el planeta, para analizar el porqué de su longevidad.

Según comentó el propio Buettner en una entrevista con Today, «sólo un 20% de la longevidad depende de los genes. El 80% restante es algo más. Las personas que viven en las Blue Zones comen lo adecuado, hacen la cantidad adecuada de ejercicio físico y socializan sin ni siquiera pensar en ello. No persiguen la salud y la longevidad, sino que estas vienen dadas».

Las Blue Zones con un estilo de vida más próspero

Uno de los principales factores que beneficia la esperanza de vida es la alimentación, pero algunos investigadores han descubierto otros rasgos referentes al estilo de vida que son comunes entre los habitantes de las Blue Zones. Además de la comida y la forma de comerla, estas personas llevan un estilo de vida muy activo, controlan el estrés, tienen un sentido de la responsabilidad y cuidan mucho las relaciones personales, tanto con la familia como los amigos y el resto de la comunidad. Dan mucha importancia al ejercicio físico y, por esa razón, están en constante movimiento. También ponen el foco en el tema espiritual y el trabajo interior y energético, así como la fe.

¿Qué zonas del mundo son las privilegiadas? Las principales Blue Zones se sitúan en Ikaria (Grecia), donde siguen una dieta mediterránea y el ayuno es parte de su cultura; Nicoya (Costa Rica), los alimentos principales son maíz, judías o calabaza y también destacan por una cena temprana y ligera; Loma Linda (California), que sigue principalmente una dieta vegetariana o pescatariana baja en cereales refinados, azúcar y sal; Cerdeña (Italia), con dieta mediterránea pero basada en plantas y con poca carne, así como tomar vino tinto casi todos los días; y, por último, Okinawa (Japón), donde, además de una dieta sana y equilibrada, dan mucha importancia a la autoproducción y a la jardinería.

A estas cinco, en el documental protagonizado por Daniel Buettner también suma Singapur, convertida en otra Blue Zone principalmente gracias a estrategias llevadas por el gobierno como subvencionar alimentos nutritivos, añadir aceras y mejorar el transporte público.

¿Cuál es el secreto de sus dietas?

Aunque en general, la alimentación y el estilo de vida en estas Blue Zones tienen puntos en común, también poseen particularidades que les confiere una personalidad distintiva. Con respecto a la alimentación, hay ingredientes comunes que propician esa longevidad. Muchos investigadores han determinado que los alimentos de origen vegetal son el eje central de las dietas de todas las Blue Zones. Además de las verduras, otros alimentos básicos son el pan, la pasta integrales, las legumbres, el arroz integral o las judías.

Otro aspecto que se repite es el uso de productos de proximidad, ya que la mayoría de ciudadanos de estas regiones cocina con alimentos cultivados en un radio de 16 km aproximadamente. Con todo esto, una dieta habitual bastante común en estas zonas estaría compuesta por alimentos integrales, que varían en los diferentes lugares, siendo las alubias negras muy utilizadas en Costa Rica, la soja en Japón o los garbanzos en el Mediterráneo.

Los frutos secos también son bastante recurrentes en su alimentación, desde las almendras en las regiones de Italia o Grecia, a los pistachos en Costa Rica. Y, aunque el pan siempre se ponga en entredicho, en las Blue Zones también lo incluyen, pero en su variedad 100% integral y de masa madre. Con respecto a los lácteos, se decantan más por leche de oveja o de cabra, en lugar de vaca.

El pescado es esencial en su dieta semanal, incorporándolo tres días y optando más por especies pequeñas como las anchoas, el bacalao o las sardinas. Mientras que el consumo de carne se reduce a lo mínimo. Por último, también comen bastante cantidad de huevos y se decantan por ingerir azúcares naturales, que son los presentes en las frutas, verduras o leche.