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El japonés Tohishiko Sato, el chef que abrió el Fuji en 1967 en Las Palmas de Gran Canaria, ha fallecido este viernes. Montó este histórico restaurante después de embarcarse en otros dos negocios gastronómicos que no salieron bien. Decidió intentarlo con uno que reflejase la cultura que lo vio nacer, sin que hubiera ningún precedente ni competencia, no solo en la isla, sino en todo el país.
Como describía Francisco Moreno en el número de junio de Tapas Magazine, al principio el local era un comedor austero, en el que se servía una amplia carta de comida japonesa muy diferente a la que hoy se conoce como tal.
El aura que aún despertaba entre la gente que se acercaba al restaurante estaba cargada de cierto misticismo. Los primeros clientes eran los trabajadores que se llevaban las cajas bento, que ahora se venden en masa, pero que entonces servían para llevar la comida al trabajo en una suerte de tupper oriental.
El negocio fue creciendo y se amplió, también montaron un karaoke tal y como realmente se hace en Japón. Pero los últimos años fueron difíciles porque se marcharon las tripulaciones extranjeras después de que Marruecos se hiciera con el control de los caladeros saharauis.
Actualmente, el Fuji se encuentra desde el año pasado en un emplazamiento distinto al inicial, ahroa está en la Playa de Las Canteras. En 2007 se retiró Sato y asumió los galones su jefe de cocina, Miguel Martínez. El señor Sato ya no está, pero su mágico Fuji sigue latiendo, de otra manera, pero con la historia de ser el primer restaurante japonés en España.
