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José Andrés es uno de los chefs españoles más mediáticos del mundo y en Estados Unidos es una auténtica institución gastronómica con un gran número de restaurantes. Su última apertura ha sido un nuevo Bazaar, esta vez ubicado en Nueva York y con una propuesta sorprendente y arriesgada que ya le está dando muy buenos resultados. Aunque ya cuenta con restaurantes The Bazaar en Chicago o recientemente en Washington -su ciudad por excelencia-, para esta nueva andadura neoyorquina, el cocinero asturiano ha preparado un viaje culinario desde Japón a España, haciendo un recorrido por 400 años de historia de la mano de Hasekura Tsunenaga, el samurái del siglo XVII y primer embajador japonés en América y España.
La propuesta de este nuevo The Bazaar, ubicado en el hotel Ritz-Carlton, es «explorar la conexión entre la cocina japonesa y la española. Japón y España comparten tantos valores en la cocina: el amor por el arroz, el amor por freír, el amor por la parrilla, los mariscos, los crustáceos, el marinado en vinagre, y cuando miras, estamos tan profundamente conectados”, contaba el chef durante su inauguración hace unos días.
El diseño del local refuerza la idea del viaje náutico, incluyendo dibujos de veleros en la barra, una mesa redonda central que evoca los mapas de los navegantes para guiarse o también unas esferas de tela retroiluminadas que parecen linternas japones con flecos andaluces.
Comida española-japonesa
En cuanto a la carta, obviamente ofrece una interpretación de la interacción cultural entre Japón y la España nativa del chef. La carta se divide en diferentes categorías: desde entrantes pequeños, alimentos crudos, jamón de mar y tierra, sopas y ensaladas, frituras, alimentos a la parrilla. Entre las sorprendentes propuestas, José Andrés ha destacado su socarrat especial. «Nunca has experimentado un socarrat como este antes! Puede que sepas lo que es el arroz crujiente pegado al fondo de la sartén… Pero hemos creado una versión que trae la influencia japones y está cubierto con aji shima con pequeños daubs de wasabi», comentaba el propio Andrés en sus redes.
Otras delicias que se incluyen en el menú son el cerdo ibérico cocinado sobre robata y wagyu japonés del Josper, Madai crudo, sushi hako, la berenjena con miel y miso o las puntillitas, chipirones fritos con yema de huevo curada.
Como buen restaurante español y japonés, no puede faltar un importante hueco para la carta líquida, con bebidas que van desde shochu y sake hasta licores japoneses como el whisky y la ginebra y, por supuesto, un gran protagonismo de los vinos españoles.