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Del Cosmopolitan de ‘Sexo en NY’ a la hamburguesa de ‘Pulp Fiction’: este libro reúne 100 recetas icónicas del cine

‘Cocinando con palomitas’ repasa los platos más memorables de la historia del cine y la televisión grabados en la memoria colectiva.

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Esta nueva obra nos adentra en las escenas más icónicas de un centenar de películas o series de culto. Desde los cócteles del clan de ‘Sexo en Nueva York’, hasta las rosquillas de ‘Los Simpsons’ o la hamburguesa Big Kahuna de ‘Pulp Fiction’: todo ello se proyecta e inmortaliza en un compendio de recetas de platos y bebidas aclamadas en la historia del cine y la televisión.

En ‘Cocinando con palomitas: 100 recetas icónicas del cine y la televisión‘, sus autores Julio Le Marchand y María Victoria Hernández, reflejan y/o eternizan su amor por la gastronomía y el cine, apoyándose de manera visual de las ilustraciones de Melissa Siles.

Su libro repasa así los platos icónicos de películas y series de todos los géneros en forma de guía gastronómica y cinematográfica con la que comer los huevos de Walter White en ‘Breaking Bad‘, la decadente sopa azul de ‘El diario de Bridget Jones‘, la lasaña de ‘Garfield’, la pasta de ‘El Padrino’ como un jefe de la mafia, o beber la magia de Harry Potter con su cerveza de mantequilla.

Por no hablar del hecho de poder saborear las deliciosas creaciones animadas de la cocina asiática de Studio Ghibli, o la gastronomía tradicional y castiza de Almodóvar. El postre aquí se sirve en forma de tarta de manzana de ‘American Pie‘, de cerezas de ‘Twin Peaks‘ o la de chocolate de ‘Matilda‘.

A través de todas esas secuencias gastronómicas grabadas en las páginas de este libro, los lectores podrán así aprender a cocinar los platos que comen los personajes de nuestros filmes y series favoritas como ‘Twin Peaks’, ‘Desayuno con Diamantes’, ‘Los Soprano’, ‘Amélie’, ‘Gran Hotel Budapest’, ‘The Office’, ‘Parásitos’, ‘Harry Potter’ o ‘Friends’.

Toda una carta o cartelera desde la que alimentarnos y saciar nuestra sed cinéfila a través de elaboraciones que traspasan la pantalla para que puedas degustarlas en la vida real, porque tal y como indica su prólogo: ¿quién dice que el cine solo se disfruta con la vista y el oído?