Nunca es tarde para focalizarse en dar a cada cosa el valor que merece y, por tanto, invertir el tiempo en todo aquello que nos hace sentir bien. Durante el verano disponemos de más horas libres y parece que, con el calor que ya se siente, cada instante pasa a otra velocidad; más pausada, más reflexiva. ¿Por qué entonces no aprovechar esta ventaja que la temporada nos da para disfrutar de esas pequeñas cosas que más nos completan? Y es que el momento presente es el perfecto para valorar todo aquello que se hace sin prisa y con mucho mimo. Porque cuando se quiere construir algo grande, es fundamental no apresurarse.
Así ocurre con lo más esencial de nosotros, con las relaciones, con el proceso de crecimiento personal, con los proyectos vitales y profesionales, y con los alimentos que, para que sean deliciosos y nutritivos, han de tomar forma a su ritmo. El pan The Rustik Bakery es un ejemplo claro de todo esto, porque hace falta tiempo para que cada grano que interviene en su elaboración crezca lo necesario y que con ellos se pueda elaborar la harina. Pero no sólo eso, también es necesario respetarlo durante la fermentación de 14 horas que experimenta la masa madre propia. La recompensa será aún más satisfactoria.
El resultado de todo esto es un pan natural de calidad, que destaca por un sabor y textura excelente. Además, este método de elaboración inspirado en la tradición del pan contribuye a que cualquier producto de The Rustik Bakery se conserve durante más tiempo sin necesidad de añadir ningún ingrediente artificial, algo que nos evita tener que comprar pan a diario. Su aspecto rústico y corteza dorada se lo da el horneado en horno de piedra. Además, gracias a su variedad, hay un pan para cada ocasión: Masa Madre Clásico, Masa Madre Cereales y Masa Madre Integral. Con ellos los desayunos, comidas o cenas ligeras serán el mejor homenaje a todo lo que este verano pausado tiene para ofrecernos.