Volvemos a acercar la cocina italiana a nuestra mesa, y esta vez lo hacemos con uno de los postres más destacados de la gastronomía del país de la bota. Una esponjosa panna cotta de vainilla que puede ser el broche final de una suculenta comida.
Ingredientes:
- 500ml de nata para montar.
- 250ml de leche entera.
- 5 láminas de gelatina.
- 50g de azúcar glas.
- Una vaina de vainilla.
Preparación:
Empezamos hidratando las láminas de gelatina en agua, dejándolas un par de minutos a remojo hasta que se hinchen.
Mientras, calentamos en un cazo la leche, la nata, el azúcar y la vaina de vainilla y, cuando empiece a hervir, incorporamos las láminas de gelatina que habíamos reservado.
No dejamos de remover con una varilla hasta que la mezcla espesa, momento en que la retiraremos del fuego y la verteremos sobre los recipientes escogidos para después dejar enfriar en la nevera durante siete u ocho horas.
Al servir, desmoldamos y vertemos en un plato decorando con sirope o frutos rojos.