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Dentro de la saga centrada en la sucesión de poder en la familia Roy, más allá de ostentación, traiciones familiares y luchas de poder, subyacen una serie de mensajes y enigmas suspendidos alrededor de la mesa.
En el mundo ficticio de la familia estadounidense, entre cenas de gala, almuerzos de negocios, menús degustación de alta cocina o banquetes infinitos, grandiosos y vanidosos, la comida se erige como una constante. Aunque ésta no se presenta precisamente como algo apetecible o satisfactorio, si no como una colisión de simbologías con las que entender las tensiones sumergidas en las complejas relaciones de los personajes.
Un elenco de analistas o seriéfilos hicieron zoom en las secuencias gastro de la pieza audiovisual para extraer sobre la superficie una serie de aspectos extraños de las comidas y las actitudes hacia la comida proyectadas en “Succession”. Entre ellas, pusieron el foco en esa dualidad existente entre el exceso y el vacío, en torno a las grandes cantidades de comida que se sirven, cuando en realidad se consume muy poca.
SÍMBOLOS DE CONTROL Y PODER
Más allá de eso, sus valiosos alimentos, meticulosamente preparados, como la tarta nupcial de Roy, se presentan, en gran medida, como símbolos de control y prestigio, más que como fuentes de placer. Al fin y al cabo, se trata de escenas de las que puede extraerse una sátira social o crítica hacia los privilegios de las altas esferas sociales, canalizada a través de suntuosas y excesivas comidas que sólo unos cuantos pueden permitirse, cuando realmente no lo necesitan. El hecho de comer se representa como una necesidad de la plebe.
La forma en la que se concibe la gastronomía en la serie se presenta entonces como un signo de la oscuridad interior que se ha apoderado de la familia, no como una vía de placer o satisfacción. De hecho, los personajes hablan de comida de manera despectiva o con temor, como puede verse en el episodio en el que los personajes se obsesionan con ser envenenados. Una alegoría que se refleja asimismo en una escena en la que Tom y Greg contemplan los horrores de la vida entre rejas mientras comen «comida de prisión» en un restaurante.
La comida en “Succession” representa así los ecos de privilegio que impregnan la existencia de esta familia que decidió renunciar a la bondad por su insaciable sed de poder, a pesar de la sucesión establecida.
