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Economía.- Los 27 debatirán el martes el permiso de Bruselas a Polonia y Hungría para vetar el grano de Ucrania

Los ministros de Agricultura de la Unión Europea debatirán en su reunión de este martes en Luxemburgo las propuestas de la Comisión para ayudar a los países colindantes con Ucrania, como Polonia y Hungría, a resolver la situación de bloqueo que ha generado el incremento de importaciones de grano ucraniano y los desequilibrios generados en sus mercados.

El paquete que plantea Bruselas dará la posibilidad a Polonia, Hungría, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia de activar un mecanismo de emergencia para vetar el grano procedente de Ucrania, aunque sí deberán permitir su tránsito para ser exportado al resto de la UE.

La activación de esta cláusula estará también sujeta a que Polonia y Hungría levanten el veto unilateral que anunciaron el pasado 15 de abril para los productos agroalimentarios procedentes de Ucrania ante el volumen de importaciones de grano.

Además, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ya anunció el pasado miércoles en una carta remitida a los líderes de estos cinco países una nueva ayuda de 100 millones de euros –y una tasa de cofinanciación del 200%– que se suma a los 56,3 millones financiados por la reserva agrícola para los agricultores búlgaros, polacos y rumanos.

Aunque los Veintisiete no tomarán decisiones al respecto, ya que la política de comercio compete a la Comisión Europea, los ministros esperan recibir más información sobre este paquete de medidas por parte del comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski.

A su intervención le seguirá un debate político en el que, según han reconocido fuentes diplomáticas, se espera escuchar «sin duda» algunas voces «críticas» con esta propuesta de Bruselas para el bloque de cinco países que clama estar más afectado por las importaciones ucranianas, ya que «hay otros Estados miembro que también tienen problemas».

En el caso de España, la situación derivada de la guerra ha impactado especialmente en los costes de producción, mientras que el incremento de importaciones de grano ucraniano no ha generado un efecto disruptor como ha ocurrido en otros países de la UE.

Otras voces diplomáticas piden no olvidar la situación de carácter «excepcional» que ha generado la guerra de agresión de Rusia a Ucrania para activar medidas de emergencia en ciertos Estados miembro, pero esperan aclaraciones sobre el marco y la manera de implementarlo, ya que lo «indispensable» es respetar «al cien por cien» las reglas comunitarias en materia de apertura de mercados.

También en relación a este punto se discutirá una propuesta de la delegación eslovaca y secundada por las autoridades búlgaras, húngaras, polacas y rumanas, que insta a la Comisión a centralizar la compra de cereal ucraniano a través de un instrumento de la UE, en cooperación con el Programa Mundial de Alimentos para reducir la presión sobre los mercados de los Estados miembro, al tiempo que se suministra a los terceros países que originalmente recibían estos envíos de Ucrania y dependían de ellos.

Las delegaciones consideran que esta sería una solución eficaz también porque no exige a los Estados miembro adoptar medidas restrictivas adicionales que pudieran perturbar el Mercado Único de la UE, mientras que la compraventa de cereales estaría centralizada, evitando así posibles especulaciones comerciales.

Asimismo, los ministros mantendrán un debate político sobre los aspectos agrícolas y forestales de la propuesta de reglamento sobre la certificación de la absorción de carbono, intercambiarán puntos de vista sobre la situación de los planes estratégicos de los Estados miembros en el marco de la Política Agrícola Común (PAC) para 2023-2027 y tratarán de aprobar las conclusiones sobre las oportunidades que brinda la bioeconomía en zonas rurales.