Familia Martinez Zabala y Lord Norman Foster, fundador de Foster+Partners, han presentado la imagen y las características de ‘El Legado de Bodegas Faustino’, que será el complejo arquitectónico más innovador y sostenible a nivel mundial alrededor del vino en la localidad alavesa de Oyón, en el que la bodega española invertirá 15 millones de euros.
En concreto, ‘El Legado de Bodegas Faustino’, ideado por Foster+Partners, supone un rediseño completo del espacio que beneficia a toda la bodega y la finca, con el que busca convertirse en un nuevo paradigma de cómo serán las bodegas del futuro. Esta es la segunda colaboración entre el grupo bodeguero, pionero en el desarrollo arquitectónico en el mundo de las bodegas, y el arquitecto británico, después de que el estudio de Foster diseñara Portia, la bodega del grupo ubicada en Ribera del Duero.
La consejera delegada de Familia Martínez Zabala, Lourdes Martínez Zabala, ha explicado que este proyecto es el legado que la cuarta generación familiar quiere dejar al futuro. «Este será el complejo arquitectónico más innovador y sostenible del mundo del vino y un referente del sector. Es el legado que la cuarta generación quiere dejar», ha reconocido durante la presentación del proyecto arquitectónico.
«Cuando se recibe un legado familiar se siente orgullo y la pasión que hemos recibido se incrementa, pero lo que sentimos ahora es una gran responsabilidad por el antes y por el futuro. ¿Qué legado iba a ser el nuestro?, Faustino es el origen de nuestra familia y el nombre de nuestro padre y abuelo. Es nuestra marca más internacional, presente en 140 países, así que tenía que ser Faustino y para ejecutarlo contamos con el mejor, con Foster+Partners», ha explicado.
Un desafío ambicioso
La consejera delegada del grupo bodeguero ha recordado que con lord Norman Foster y su equipo comparten valores como la «sostenibilidad» que ya se puso en práctica en la bodega de Portia. Por su parte, el reconocido arquitecto británico Norman Foster ha reconocido que ha sido un «gran desafío» y una «oportunidad» volver a trabajar en el mundo del vino y de nuevo de la mano con la Familia Martínez Zabala. «Fue un privilegio el gran equipo que se formó en Portia, donde aprendimos mucho del vino y cómo desarrollar el proceso de la elaboración del vino y ahorrar energía en el proceso. Ahora volveremos a hacerlo, pero a 200 kilómetros de Portia», ha asegurado.
Por su parte, el consejero delegado de Familia Martínez Zabala, Francisco Honrubia, ha avanzado que la inversión que realiza la bodega en este proyecto será de 15 millones de euros. «Queremos ser un referente de enoturismo de la zona. Somos ambiciosos y queremos ser la bodega más visitada de Rioja y con este proyecto y la oferta que habrá en la bodega, lo vamos a conseguir», ha recalcado.
De esta forma, el nuevo proyecto ya ha completado importantes desarrollos y la primera fase ya se puede visitar, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de acercarse al mundo de vino en sus instalaciones integradas en el nuevo entorno. La segunda fase comenzó el pasado 15 de enero con la construcción de la nueva zona de visitantes, por lo que la bodega confía en que el proyecto esté en marcha a partir de junio o julio de 2024.
Un legado sostenible para impulsar el enoturismo
De esta forma, el complejo cuenta con un nuevo edificio para visitantes, que busca convertirse en un referente en el sector y que ya se encuentro en proceso de construcción. Foster ha explicado que se inspira en el patrimonio original de la bodega y será interpretado como una estructura ligera hecha de madera procedente de bosques locales. «No es tanto un edificio como la forma de acercar la bodega al visitante», ha explicado el arquitecto.
Un arco de madera antifunicular maximizará el rendimiento estructural del edificio y minimizará el uso de materiales, mientras que una paleta de colores terrosos permitirá que la estructura se mezcle perfectamente con la tierra y con las vides rojas de otoño.
Como ocurre con todo el proyecto, la innovación y sostenibilidad son parte integral del diseño del edificio para visitantes. En él, un amplio techo de vidrio incorporará tecnologías fotovoltaicas innovadoras que producirán casi seis veces la energía consumida por el edificio, que a su vez será aprovechada por el resto de los edificios del complejo de la bodega.
«Este espacio contará con una cubierta fotovoltaica, denominada ‘cubierta plus’, esa zona solo consumirá el 20% de la energía que se produce y el el 80% restante servirá para alimentar el resto de las naves», ha explicado Norman Foster. Además, una claraboya central y fachadas acristaladas cuidadosamente integradas aportarán luz natural a los espacios interiores, reduciendo la necesidad de iluminación artificial.
El espacio interior del edificio central de ‘El Legado de Bodegas Faustino’ será abovedado y sin columnas, lo que le convertirá en una «gran sala de catas», con lo que se conseguirá crear un volumen extremadamente espacioso y flexible, integrado en el paisaje de viñedos que se disfruta en Bodegas Faustino.
Según Foster+Parners, la naturaleza y el respeto al planeta son lo que impulsa el proyecto en todas las decisiones de diseño de este proyecto, para lograr lo que califican como «proyectos de un solo planeta», aquellos con una huella ecológica que pueda ser absorbida de forma natural por el ecosistema del planeta.
De esta forma, el resultado es una solución de máxima eficiencia, que permitirá a la bodega española ofrecer la mejor experiencia de enoturismo, dando cabida a actividades destinadas a albergar el más completo y exclusivo conjunto de experiencias alrededor del vino, el viñedo, la naturaleza, la arquitectura, la cultura y la innovación y sostenibilidad.