Dicen que los helados pueden despertar el deseo sexual, bien sea por sus ingredientes, por su forma o por la manera de consumirlos. ¿Quién no encuentra deseo en un buen lametazo?
Catalina de Médici, noble italiana y reina consorte de Francia desde 1547 hasta 1559 por su matrimonio con Enrique II, tuvo que recurrir al helado para estimular la actividad sexual de su marido, así que no hace falta irnos muy atrás en la historia para dar con este tipo de costumbres y pensamientos.
El fotógrafo Justin Price se ha lanzado con la venta de helados en Florida para aumentar la libido y lo ha hecho a través de los llamados Aphrodisiac Ice Cream Truck, unos cochecitos de helados que circulan por los clubes de la ciudad de Florida a cualquier hora del día y de la noche.
Son muchas las teorías acerca de la relación entre un helado con un alimento afrodisíaco, pero como dice Justin Price y muchos estudios, en concreto el realizado por la Fundación de Investigación y Tratamiento del Olfato y el Gusto de Chicago -quien ya ha avalado los beneficios del helado de vainilla como afrodisíaco- la mayoría de ellas responden a cuestiones culturales: la forma tradicional de comer un cono de helado, lamiéndolo, su propia forma y los ingredientes, muchos de ellos con otros estimulantes sexuales como el chocolate.