Reportajes

A pan ajeno, navaja propia

Este refrán no va de cruzar navajas por una mujer, no al menos alentados por nosotros, pero sí tiene que ver con un reparto equitativo de los asuntos: los tuyos para ti y los míos para mí.

Es tarea casi imposible abarcar todo el refranero español, así que vayamos poco a poco y semana a semana para intentar hacernos una idea de lo amplio que es este mundo. Hoy analizamos qué querrá decir A pan ajeno, navaja propia.

Como siempre, recurrimos a la comida para hacer símiles con aspectos de nuestra vida diaria, y hoy no iba a ser menos.

Su significado es muy simple: cada uno con sus problemas y que cada uno emplee los medios que tenga a su disposición para resolverlos. Si ese pan que hay encima de la mesa no es tuyo, deja que su propietario sea quien decida sobre él y si tiene que rebanarlo, que sea con las herramientas propias, nunca ajenas.

Algo similar ocurre con los problemas: cada uno que ventile sus asuntos con los medios de los que disponga.