El champán es una de las bebidas más elegantes, pues se asocia a la sofisticación, a las celebraciones y brindis importantes. Por eso, en Navidad es típico acabar las comidas y las cenas con unas copas de este vino espumoso. Pero si quieres ir acorde a las circunstancias, debes conocer el ritual para servir correctamente el champán. Entre algunos aspectos a tener en cuenta están el descorche, la temperatura, la posición de la botella o el tipo de copa. Toma nota y deslumbra a tus invitados este año.
Lo primero que debes hacer es tener las copas perfectas para degustar el champán. En este caso, todos están de acuerda en que las mejores son las copas tipo tulipa. Al ser más ancha en el centro y ligera en su extremo, permite que el vino sea más expresivo, hable más fuerte, respetando la temperatura y favoreciendo que los aromas se concentren y perduren más. Otra buena opción es una copa de vino blanco porque, al tener la boca estrecha, hace que se concentren los aromas y, con la base más grande, el espumoso no pierde temperatura.
Otro dilema es: ¿cómo se coge correctamente la copa para brindar y beber? Es muy sencillo. Siempre debes sujetar la copa por el tallo para que la bebida no pierda temperatura.
La temperatura del champán es muy importante
La temperatura ideal a la que debes degustar el champán es entre 8 y 10ºC. Esto se debe a que con los vinos espumosos la temperatura también tiene un impacto en su textura. Según algunos expertos, para una botella de 750 ml, como mínimo necesitarás 3-4 horas en el congelador. Y, si usas una cubitera, la botella tendrá que estar totalmente sumergida para que se enfríe de manera uniforme.
Y ya entramos en materia técnica: cómo descorchar la botella y servirlo en las copas. A la hora de abrir la botella, una vez quitemos el morrión (la jaula de alambre que sujeta el corcho), tenemos que hacerlo lentamente, sacer ruido, solo dejando escapar un ligero susurro. Entonces, mantenemos la botella inclinada a 45 grados, cerca del pecho. Con una mano sujetamos el corcho con el alambre aflojado, y con la otra mano vamos girando la base de la botella.
Por último, sólo faltará servirlo en la copa. Para ello, con la mano derecha inclinamos la botella sujetándola por la base, muy importante. Y con la izquierda inclirameos la copa para servir el champán poco a poco. ¿Cuánto? Lo perfecto es llenar la copa 2/3 y en dos tandas.
Ya estás listo para servir el champán como un auténtico profesional y celebrar las fiestas como toca. Si quieres indagar un poco más, aquí te contamos la historia del champán.
