¿Cuántas veces has querido comprarte ese dos piezas de Chanel? Nosotros te proponemos un plan mejor: comértelo, que tú te lo guises y tú te lo comas. Si te apetece, sabemos cómo hacerlo.
No hemos tenido que irnos muy atrás en el tiempo para encontrar la inspiración de nuestra receta, esta vez dulce. Concretamente, nos hemos remontado al desfile de Chanel para la temporada Otoño/Invierno 2015/16 para Paris Fashion Week. Un auténtico despliegue escenográfico dirigido por Karl Lagerfeld quien quiso demostrar la posibilidad de acercar Chanel, como marca de lujo, a la vida cotidiana. Para ello tomó como escenario del desfile la Brasserie de Gabrielle. Y nosotros tomamos la inspiración de esa cercanía que nos transmitió Lagerfeld para crear un carismático cupcake con cobertura de stracciatella al más puro estilo Chanel.
Ingredientes:
- 220g de harina de repostería.
- 80g de cacao en polvo.
- 225g de azúcar.
- Un sobre de levadura.
- 200ml de aceite.
- 75ml de leche entera.
- 4 huevos grandes.
- Una pizca de sal.
- 250g de queso mascarpone.
- 100g de chocolate de tableta rallado.
- 50g de bolitas de chocolate.
Preparación:
Tras tamizar la harina y mezclarla en una recipiente junto con la levadura, el cacao en polvo y la sal, mezclamos bien con una cucharada y reservamos para proseguir con otros ingredientes.
Adelantamos pasos posteriores y ponemos a calentar el horno a 220º.
Nos centramos ahora en la masa de las magdalenas. Con una batidora con varillas (no cuchillas) o con una varilla de mano, mezclamos el azúcar y los huevos y batimos hasta conseguir una mezcla homogénea y suave sin grumos.
Una vez lo hayamos conseguido mezclamos ambas mezclas, la más salada con la más dulce. No lo haremos de cualquier manera, por lo que añadiremos la mezcla sólida a la líquida muy poco a poco.
Rellenamos los moldes redondos para las magdalenas y dejamos que horneen a 190º durante 20 minutos.
Posteriormente, retiramos las magdalenas del horno y las dejamos enfriar antes de empezar a montar la cobertura que las convertirá en cupcakes.
En un recipiente mezclamos el queso mascarpone (ya montado) con el chocolate rallado, dando la sensación de una base de stracciatella.
Cuando lo tengamos, introducimos esta masa dentro de una manga pastelera y empezamos a decorar sobre la superficie de las magdalenas, terminando de decorarlas con unas bolitas de chocolate.