“La buena comida y el buen comer son cuestión de arriesgarse”, decía el brillante y caústico Anthony Bourdain. Y aquella frase, que en realidad escondía una filosofía de vida, fue brújula hasta el último de sus días. Bourdain pasó a la historia como uno de los chefs y escritores más irreverentes y mediáticos, y no dudó en pasearse por el lado más salvaje de la cocina en sus adictivos viajes, recetas, libros –Confesiones de un chef, Malos tragos, En crudo o Appetites entre ellos- y programas -como Parts Unknown (CNN) o No Reservations (Travel Channel)-.
El 8 de junio de 2018, el enfant terrible de la gastronomía estadounidense apareció muerto en un hotel de Francia. Suicidio. Mucho se especuló entonces sobre los motivos que habían llevado al chef y escritor a poner fin a su vida, pero sus familiares y amigos cerraron filas y todo quedó envuelto en un denso silencio.
Los documentales Roadrunner: A Film About Anthony Bourdain y Bourdain: The Definitive Oral Biography abordaron aspectos muy complejos de su personalidad y de su conflictiva relación con su pareja, Asia Argento, pero no profundizaron en los motivos que le habían llevado al suicidio. Sin embargo, el 11 de octubre, la editorial Simon & Schuster publicará Down and Out in Paradise: The Life of Anthony Bourdain, de Charles Leerhsen, la primera biografía no autorizada del chef irredento, que repasa su historia y desvela detalles muy descarnados sobre sus últimos días.
Down and Out in Paradise
Este polémico libro, que ha despertado las críticas del círculo más íntimo de Bourdain, recoge algunas durísimas conversaciones privadas con Asia Argento y Ottavia Busia-Bourdain, su exesposa y confidente. “Me siento solo y vivo en una incertidumbre constante”, escribía Bourdain a Busia-Bourdain. “También odio a mis fans. Odio ser famoso. Odio mi trabajo”, sentenciaba.
Leerhsen, exeditor de Sports Illustrated y People, ha afirmado que su idea era escribir la verdad más cruda, lejos de versiones oficiales edulcoradas. “Nunca tuvimos ese gran reportaje, esa obra extensa que narrara lo que sucedió, cómo el tipo con el mejor trabajo del mundo se quitó la vida”, sostiene el periodista. A través de una investigación exhaustiva basada en numerosas entrevistas, archivos, textos y correos electrónicos, ha construido un retrato feroz y tremendamente certero de Bourdain.
“Leerhsen muestra cómo los traumas de la infancia de Bourdain, nunca antes relatados, alimentaron tanto su creatividad como las inseguridades que le llevarían a un lugar de desesperación”, apuntan desde Simon & Schuster. “La adicción y la obsesión por la perfección arruinaron dos matrimonios y lo convirtieron en un jefe infernal, aunque millones de personas se sintieran atraídas por el viajero siempre curioso y genuinamente empático que veían en la televisión”, afirma la editorial.
Una herencia irrepetible
El hermano del chef, Christopher Bourdain, que ha calificado el libro como “una ficción hiriente y difamatoria”, exigió cambios antes de su publicación. Pero la editorial Simon & Schuster defendió la veracidad de la información que recoge y continuó con el plan de publicación previsto. Muchas personas cercanas a Bourdain no quisieron hablar con su autor, pero Leerhsen contó con confidentes inesperados y muy bien informados (todo apunta a que una de ellas podría ser Busia-Bourdain, aunque no hay confirmación oficial).
En cuanto a la participación de la polémica Argento en el libro maldito, Leerhsen cuenta que intercambió algunos correos electrónicos con ella, y también que acabó citándole a Oscar Wilde: “Siempre es Judas quien escribe la biografía”.
En cualquier caso, el vertiginoso viaje en el que se convirtió la vida de Anthony Bourdain, salpicada de luces y sombras (como todas las buenas historias), será recordado más allá de este tortuoso final y de esta controvertida biografía no oficial. Porque dejó una herencia imborrable hecha de talento salvaje y una valentía que casi rozó la temeridad. A su muerte, muchas personalidades relevantes quisieron despedir a este chef y comunicador irrepetible, incluido el expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
“Tu cuerpo no es un templo, es un parque temático. Disfruta del viaje”, solía decir Bourdain. Y le recordaremos por hacerlo hasta sus últimas consecuencias.