Si algo ayuda a sobrellevar el tórrido verano en pleno agosto en la capital son sus verbenas populares, y aunque este año no hemos podido celebrar muchas fiestas, te proponemos llevártela a casa.
Hablar de fiestas es hablar de mantón y vestido chiné, de chotis y de muchos manjares castizos. Tanto si eres vecino como si vistas Madrid en estas fechas, no puedes irte de estas verbenas sin probar estos 6 icónicos platos. Y si la pandemia no nos lo permite, también te puedes pegar el festín en casa, acompañado de la mejor cocina tradicional.
6 platos castizos que debes probar en una verbena madrileña
Callos
Aunque este mítico plato de las fiestas madrileñas (a primeras) apetece más en temporada de bajas temperaturas, te mantendrá el estómago contento y con fuerzas para mantener el ritmo de cualquier verbena.
6 platos castizos
Bocadillo de calamares
Uno de los platos más castizos. Los calamares fritos no pueden faltar en la gastronomía madrileña. Pero esta receta icónica que a la vista parece tan sencilla tiene su secreto, y es una buena materia prima; un buen pan y una buena fritura hacen de este plato un must de las fiestas.
6 platos castizos
Gallinejas y entresijos
Y aunque este plato solo es apto para los estómagos más resistentes, los entresijos o gallinejas no pueden faltar en estas fiestas. Cocinado con las entrañas del cordero fritas, crujientes, grasientas y con un fuerte sabor, este típico plato madrileño no deja indiferente a nadie.
6 platos castizos
Limonada
Tu máxima aliada en las fiestas. Este refrescante zumo más cercano a una sangría que a un refresco de limón convive con el vermut como bebida castiza por excelencia.
6 platos castizos
Barquillos
Una opción ideal para dejar de lado las grasas y rematar con un dulce son los barquillos. Con sabor a canela y limón, estos típicos dulces madrileños son ofrecidos por barquilleros vestidos de chulapos acordes a su origen castizo. Y si quieres puedes acompañarlos con un buen chato de vino dulce.
6 platos castizos
Churros y porras
Lo mejor para el final. Y es que no hay mejor manera de terminar las fiestas que con unos buenos churros o porras acompañados de un abundante maridaje de chocolate.