Ciertas semillas como la chía y el lino, tienden a acaparar la atención nutricional al considerarse súper alimentos. Pero la semilla de girasol, la pipa, menos moderna, también tiene cualidades que vale la pena destacar. Para empezar, son ricas en nutrientes. Un puñadito de pipas (ya peladas y sin sal) equivale a 14 gramos de grasa monoinsaturadas y poliinsaturadas, una grasa muy beneficiosa para la salud, especialmente para el corazón. También contienen 6 gramos de proteína y 2,5 de fibra además de estar cargadas de vitaminas y minerales como la vitamina E, folato, fósforo, manganeso, cobre, B6 y zinc.
Las semillas de girasol, frente a otras, son notablemente más ricas en magnesio, un mineral involucrado en más de 300 funciones corporales diferentes como la reducción de la presión arterial o la mejora del control del azúcar en sangre. Pero, ¿las semillas de girasol son más saludables que otras? Algunas semillas tienen como ventaja sobre las de girasol que contienen ciertos nutrientes de los que ellas carecen, es el caso de las semillas de chía o las semillas de cáñamo con los ácidos grasos omega3. A pesar de que algunas de estas tengan Omega3, las de girasol tienen una concentración más alta de fitoesteroles, encargados de la reducción del colesterol.