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Si cenases en un japonés que no es japo, fliparías

La pasión por el país del sol naciente le llevó a Borja Gracia a crear su proyecto más
joven y personal, 47 Ronin. Un restaurante basado en la cocina de autor en el que ha
querido trasladar los productos, las recetas y las tradiciones japonesas más arraigadas
desde su propia perspectiva para crear platos nipones de autor. Una cocina que poco
tiene que ver con la tradicional japonesa y que ahora se puede disfrutar también en su
terraza de verano.

A través de sus creaciones, Borja Gracia trata de transportar al comensal a la diversidad
de paisajes de Japón en una carta que nada tiene que ver a la del interior del restaurante.
Entre sus platos más llamativos destacan la mariscada japonesa acompañada de distintos
aderezos japoneses, la degustación de atún rojo compuesta por tres de las principales
partes del atún (akami, chutoro y toro) y la carne de Wagyu a la parrilla presentada en
pequeñas parrillas para que el cliente pueda terminarla en mesa.


El resto de propuestas son platos hechos con productos de temporada, sabrosos y ligeros,
como el lenguado con espárrago verde y beurre blanc de algas, el chawanmushi de
carabinero o los guisantes con cagrejo real y salsa de tofu y brotes de pino. Y para
terminar, postres de autor como el Hanami, a base de fresas frescas, yogurt, albahaca, té
de manzana verde y té blanco al jazmín aromatizado con pepino, apio, menta y pistacho.
Una terraza en el centro de la capital que te traslada al Japón más especial de la mano de
la gastronomía de Borja Gracia.