Gastro

15 restaurantes que nos gustan abiertos en Madrid y Barcelona para comer este puente de diciembre

Para ir abriendo boca de cara a las comidas navideñas, te proponemos 15 de los restaurantes que nos gustan de Madrid y Barcelona para comer este puente de diciembre.
Dani Brasserie (Madrid)

El puente de la Constitución es la antesala de las Navidades. Y este año, al caer entre semana, muchos son los afortunados que se han cogido la semana entera de vacaciones. Además de empezar con las compras navideñas o pasear mientras disfrutas de las luces y los adornos, puedes aprovechar para darte un capricho gastronómico, celebrar una cena especial con amigos o descubrir los sitios más exclusivos de la ciudad. Para facilitarte el trabajo, te dejamos esta lista con 15 restaurantes de Madrid y Barcelona que están abiertos durante el puente (y que todavía tienen huecos para reservar).

Madrid

Ugo Chan

No podíamos empezar este listado de recomendaciones con otro: uno de los flamantes ganadores de nuestros premios T de Oro. Hugo Muñoz es una de esas sonrisas perennes de la escena madrileña. Con la mirada siempre puesta en Japón, después de capitanear las propuestas de fuertes grupos gastronómicos, se ha consagrado en su nuevo ‘hogar’ brillando con luz propia, y qué alegría. Abrió apenas hace un año y ya luce una Estrella Michelin y un sol Repsol en su interior, un local con barra y mesas. Su omakase –que nace de su pasión por los guisos y los recetarios que beben de la sabiduría popular– se ha convertido ya en referente: su kizukuri de pescado del día con bilbaína estilo Getaria, el sunomono de mejillón, la gyoza de callos a la madrileña y una bodega de la que Leticia cuida igual de bien que de la sala, son algunos de los motivos.

Viridiana

Este puente de diciembre puede ser una buena oportunidad de visitarlo, ya que hace unas semanas se anunció que este mítico restaurante cerrará sus puertas en abril de 2023. Abraham García es uno de los dinosaurios de la restauración española. Dinosaurio por eso de que es una especie extinta. Hombre hecho a sí mismo, culto hasta la saciedad (pero de esa cultura que es bien portada), ajeno a todo, pero presente como el que más, maestro de maestros (Dabiz Muñoz no le puede admirar más) y valiente como un samurái. Siempre se dijo que él trajo la cocina fusión, la de verdad, a Madrid -o a España-. Y es que es verdad, tiene en su cabeza: las lentejas con curry y gambas, la lubina con salsa huancaína, el gazpacho de fresones con arenques del báltico o el ceviche de rape y mango.

Dani Brasserie

El imparable malagueño lleva su romance con la cocina francesa y andaluza a una de las azoteas más exclusivas de Madrid. Con Ismael Paul como jefe de cocina, algunos de los hits más aplaudidos del chef Dani García se pueden disfrutar desde el desayuno a la cena y, de postre, tocar el cielo. En la mesa se busca sofisticación y excelencia del producto con platos que van evolucionando según la temporada. En la carta también han sido invitados su icónico tomate nitro y la hamburguesa Rossini, por los que nunca se rechista. A su bodega no se le puede poner ninguna pega, como tampoco a su carta de cócteles. Hedonismo capitalino con acento andaluz en su más puro estado.

Doppelgänger Bar

¿Y si renuncio a la estrella Michelin? ¿Y si me despido de lo que tengo para buscar algo completamente diferente? Algo así se debió preguntar Samy ali durante un tiempo hasta que se atrevió. Cerró La Candela y abrió Doppelgänger para hacer lo que le diera la gana o, lo que es lo mismo, crear siendo libre. Y en esto último es una máquina; lo mismo te planta un huevo dragón o una piel de pollo con salsa huancaína, como un maki de kimchi o un chicharro en adobo con judía de soja fermentada. Lo mejor es probarlo todo, todo y todo.

Triciclo

Este bistró actualizado, donde la cocina creativa de mercado sigue superándose día a día, ha sido uno de los grandes sitios en los que refugiarse de paso por el barrio de Las Letras. Fue la semilla que plantaron los del grupo Triciclo, formado por el chef y empresario Javier Goya y su socio Javier Mayor, para colonizar otros rincones dentro y fuera del corazón capitalino. Y qué bonito es seguir viendo su imperio crecer. Con opción a medias raciones y menús, es una divertida experiencia donde el producto estacional brilla, que siempre va sobre ruedas.

La Tasquita de Enfrente

En ese Madrid de siempre, de vida en la calle, de picaresca, de miradas furtivas, de poco dormir y mucho conversar, reside su herencia. Ese Madrid es el que ha mamado Juanjo desde pequeño, cuando frecuentaba La Tasquita, el restaurante que su padre, Gaona, tenía justo enfrente del que hoy es el suyo -de ahí el nombre-. El señor López es amante de la simplicidad y por eso sus platos no tienen más de dos o tres ingredientes: pera y anguila, carabinero y sobrasada, ortiguilla y salsa de callos. En Nacho Trujillo, su jefe de cocina, ha encontrado la horma de su zapato. Con Chet Baker de fondo y esta sensibilidad característica de Juanjo, Madrid es mucho más bonito.

Barracuda MX

https://www.instagram.com/p/CgWUrQ2jv-h/

La Puerta de Alcalá está llena de vida, de terrazas ociosas, de selfies e incluso de recién casados que deciden crear allí el álbum de sus recuerdos. Pero sólo hay que dar unas pocas zancadas para plantarse frente a otra puerta, en este caso de madera rústica. Dentro, el Caribe mexicano: los pescados a la talla, los ceviches de langostino o de pulpo a la brasa, el guacamole con salsa costeña. Y ojo, que Roberto Ruiz no le tiene miedo a la carne, como prueban la memela de Wagyu o el panucho de cochinita pibil. Recuerda que aquí la mezcaliña (cóctel) será tu mayor aliada frente al picante.

Gofio

Safe Cruz y Aída González querían mostrar al mundo que Canarias es mucho más que papas y mojo. Y es que nada tiene que ver la cocina de Las Palmas con la de Tenerife, las influencias son otras, como el clima o la orografía. Su cocina es la de los pescadores y los pastores porque, tanto el producto de mar como los quesos (los canarios son los mayores consumidores de España), tienen gran presencia en sus tres menús. Y ese bocadillo de vendimia con chocos o esa gamba blanca con mojo hervido de sus cabezas. Su ‘canareidad’, reconocida con una Michelin, está en el plato y en la copa.

Por Natalia Martínez y Victoria Bravo

Barcelona

Besta

Nuestra primera recomendación de la capital Condal es otro restaurante ganador del premio T de Oro. Sorprendente e inclasificable, Besta es ese lugar en que raramente falla el más mínimo detalle. Una escueta carta basada en la cocina gallega de Manu Núñez y en la catalana de su socio, Carles Ramon. El local ofrece una propuesta mayormente basada en el pescado, siempre cocinado con mucho primor y con alguna guarnición sorprendente. Nos podemos encontrar desde una palometa acompañada de erizo de mar sobre una tosta de maíz, una vieira con jugo de ibérico o un salmonete a la brasa con jugo de remolacha y zanahoria encurtida. Si nos enamoramos locamente de algún plato, estamos perdidos: la carta es tan cambiante que probablemente ya no la encontremos en nuestra segunda visita.

COME

En su día fue Hoja Santa de Albert Adrià. Tras el cierre, Adrià traspasí el local a Paco Méndez, el que fue su jefe de cocina durante largo tiempo, que acaba de abrirlo de nuevo bajo el nombre de COME. El nuevo local es uno de esos espacios en los que todo cambia para que todo siga igual: es, en palabras del chef, «un encuentro entre la cocina mexicana, el producto mediterráneo y el legado de El Bulli». La carta es escueta y directa, con propuestas que van desde el taco de lomo bajo de wagyu o el ceviche de gamba Vuelve a la Vida. Los menús degustación, llamados Selección Festival, son tan apetecibles como cambiantes.

Gresca

Que Rafa Peña se quede siempre fuera de las Michelin es una queja recurrente en el sector que parece importar bien poco al cocinero. Suya es la inefable hamburguesa de Bar Torpedo y el ya mítico bikini de lomo ibérico y queso Comté de Gresca Bar. En Gresca, Peña propone una cocina de mercado con su punto de filigranas, para así no eclipsar un gran producto en su máximo esplendor. Si vamos a mediodía la mejor opción es su menú, que se encuentra entre lo mejorcito de la ciudad por su relación calidad-precio. Eso sí, conviene cejar sitio para el postre: la torrija es mítica.

Sta. Fe

https://www.instagram.com/p/ClRCaBBoWth/

En plena zona alta encontramos un local inspirado en la gastronomía callejera coreana, que se combina con propuestas basadas en el mejor producto mediterráneo y con una carta de cócteles de autor más que solvente. Todo ello en un espacio al mismo tiempo casual y chic. A Sta. Fe se va a comer con las manos un estupendo ssäm (un rollo de lechuga a modo de taco relleno de los más diversos ingredientes); o un roll, un pan de brioche esponjoso que se ha convertido en la estrella del street food estadounidense. Como entrante, sin duda, el tartar de tomate.

Lluerna

Hay que desplazarse hasta Santa Coloma del Gramenet, ciudad del extrarradio barcelonés con escasa tradición en gastronomía de vanguardia, para ocupar mesa en casa del chef Víctor Quintillà y su partner in crime, Mar Gómez. En ese comedor, sobrio y elegante, se suceden, día tras día, una serie de propuestas en consonancia con el ambiente: platos sin estridencias, bien facturados, que parten del mejor producto para dotarlo de ese toque de genialidad sin alardes que marca la cocina de un chef siempre solvente y regular. Pese a lo arriesgado de la apuesta, no puede haberle ido mejor. Junto a Lluerna encontramos Bar Verat, una propuesta informal y desenfadada.

Suculent

Suculent es restaurante al que uno siempre regresa, ese que nunca falla. Ubicado en plena Rambla del Raval, epicentro multicultural de Barcelona, Suculent pesume de una estética informal, un ambiente relajado y un alboroto más propio de una taberna ‘ravalera’ que de un restaurante de alcurnia. Es precisamente en esta dicotomía donde reside el encanto de un local donde el chef Tonet Romero vigila las cocciones (que son siempre precisas), reinterpreta, sin estridencia ninguna, alguna receta popular y se asegura de que acabemos siempre mojando pan. De ahí el nombre: Suculent, que viene de ‘sucar lent’ (mojar lento).

Por Laura Conde

Enoteca Paco Pérez

El chef catalán Paco Pérez abandera este restaurante con dos estrellas Michelin cuyo protagonismo total se lo lleva la materia prima del Mediterráneo. Una propuesta totalmente ganadora, con productos de proximidad basados en la frescura del mar y una extensa bodega que cuenta con más de 700 variedades de los mejores vinos de denominación de origen. Cuenta con un menú degustación de cocina vanguardista y creativa.