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Quien se pica, ajos come. ¿Por qué?

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¿Cuántas veces te han soltado este refrán y no precisamente mientras estabas sentado a la mesa? Más de las que te gustaría haber escuchado porque más o menos ya todos nos hacemos a la idea de lo que estas palabras significan, pero puede que no sepas por qué ajos y no cebollas. O tabasco.

Quien se pica, ajos come (o mastica) es un refrán popular tan asentado en nuestra cultura como otros muchos que vagabundean por ahí y que seguiremos rescatando, siempre y cuando tengan algo que ver con la comida. El de hoy guarda una relación directa, tanta que hay dos significados para este proverbio español.

El primer significado que otorgamos a este refrán es el más popular de todos y el más conocidos por todos: sin llegar a ser un insulto, es un refrán que empleamos para reprender a una persona cuando está enfadada, dando a entender que si se ha ofendido por algo habrá sido porque se ha identificado con la acusación que le hayan hecho. Darse por aludido en resumidas cuentas.

La segunda lectura que podemos sacar de este proverbio, quizá no la más conocida ni recurrente, es más positiva que la anterior: quien insiste mucho en algo, termina por conseguir su recompensa. Esto es, si te pica mucho la boca será porque habrás comido mucho ajo. Si has conseguido una recompensa, será porque habrás trabajado mucho en ello.