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La receta futurista de Huawei: un teléfono inteligente… de verdad

Los cambios en la historia se cocinan poco a poco, a fuego lento y sin apartar la vista para que, llegado el momento, nadie se pierda ni un solo detalle de la revolución que acaba de pasar frente a su mesa. Esto es lo que ha logrado Huawei tras lanzar el primer teléfono del mundo con Inteligencia Artificial: el Huawei Mate 10, un dispositivo con una unidad de procesamiento neuronal, el Chipset Kirin 970, capaz de simular el pensamiento humano. El resultado es un móvil inteligente, más rápido y seguro, analítico con el entorno y adaptado a cada usuario.

La Inteligencia Artificial encuentra en el Huawei Mate 10 un resquicio por el que mostrar todo el potencial que se esconde tras el objeto que acabó convertido en un compañero cotidiano: el smartphone. Un ejemplo de ello es su sistema de gestión energética de carga, el cual incrementa la vida de la batería. La línea Mate se ha caracterizado durante estos años por la alta duración de su batería (hasta dos días de uso contínuo) y la rapidez de su carga (con tan solo 30 minutos, es posible utilizar el teléfono durante todo un día). Kirin 970 va un paso más allá y permite que Huawei se desmarque del resto para mantener su liderazgo.

“La Inteligencia Artificial ya no es un concepto virtual sino algo que se entrelaza con nuestra vida cotidiana y que puede aumentar la experiencia del usuario y mejorar el rendimiento del dispositivo”, declara Richard Yu, CEO de Huawei Consumer Business Group. Pero la innovación, el salto de la firma y sus ingredientes futuristas no se detienen ahi.

Leica vuelve a sentarse junto a Huawei para crear un dispositivo a la altura: Dual Camera Leica Twilight, con doble lente, apertura f/1.6 y diferentes modos de disparo en función del análisis que Kirin 970 haga del entorno. Todo esto se combina con una pantalla FullView Display para que el usuario disfrute en 2K y HDR10 de cada vídeo, serie y película, inmerso en un cuerpo de cristal tridimensional con un bisel (casi) sin marco.

El futuro está sobre la mesa. Podemos empezar.